5/02/2017, 07:58
Siendo un día festivo como aquél, la kunoichi no sentía la necesidad de llevar encima todo su armamento, en su lugar prefirió encargárselo a Koko —básicamente su sirvienta personal—, de buen ver, ojos claros y melena larga y rubia, parecida en varios aspectos a Noemi pero con una impresionante cantidad de pecas por todo el rostro. La verdad es que son hermanas, pero al haber sido rechazada por la cabeza del clan se vio obligada a deambular como una sirvienta normal.
—No puedo creer que me hayan mandado sola. —Se quejaba Noemi mientras contemplaba el centro del escenario casi que ignorando todo lo que aquellos dos chuunins hablaban.
—Supongo que no le dan importancia por ser la primera vez que se hace esto. —Respondería un tanto agitada la menor quien cargaba con todas las espadas de su hermana, un peso que sin ningún tipo de preparación sería probablemente muy grande.
De cualquier manera, todo era alegría por ahí, la gente bebía, comía, bailaba, hasta los que estaban centrados en el círculo de piedra escuchando el parloteo de los anfitriones parecían felices de estar allí y muy probablemente de saber que se echarían un buen par de risas con los desafortunados genins que fuesen nombrados para participar de los juegos.
—Ojalá a Haskoz le toque con el Akimichi inútil del fondo. —Soltó divertida tras lo cual soltó una risa algo baja que duró poco menos de un segundo, pues pronto su semblante ensombreció al escuchar a esos dos llamarla al centro del lugar.
«Me cago en todo, para colmo a él no lo llamaron. »Se quejaba mientras dejaba a Koko a cargo de sus armas y caminaba a paso lento hasta el lugar, obviamente no quería estar allí, pero se anotó esperando que el azar le jugará a su favor para tener la excusa de que no hizo nada porque no fue escogida de entre todos los genins y… Lamentablemente no estaba de suerte.
Y allí estaban dos de los participantes, uno reconocible y el otro con una máscara bastante extraña que hizo que la kunoichi frunciera ligeramente el ceño pero no dijo nada al respecto.
—Sakamoto Noemi aquí. —Usaría un tono neutral para hablar, aunque hizo una leve reverencia a los chuunins allí presentes y se quedó a la espera de cualquier tipo de comentario u orden, no tenía mucho más para hacer realmente.
«¿Y este tipo…? No lo recuerdo de la academia. »
—No puedo creer que me hayan mandado sola. —Se quejaba Noemi mientras contemplaba el centro del escenario casi que ignorando todo lo que aquellos dos chuunins hablaban.
—Supongo que no le dan importancia por ser la primera vez que se hace esto. —Respondería un tanto agitada la menor quien cargaba con todas las espadas de su hermana, un peso que sin ningún tipo de preparación sería probablemente muy grande.
De cualquier manera, todo era alegría por ahí, la gente bebía, comía, bailaba, hasta los que estaban centrados en el círculo de piedra escuchando el parloteo de los anfitriones parecían felices de estar allí y muy probablemente de saber que se echarían un buen par de risas con los desafortunados genins que fuesen nombrados para participar de los juegos.
—Ojalá a Haskoz le toque con el Akimichi inútil del fondo. —Soltó divertida tras lo cual soltó una risa algo baja que duró poco menos de un segundo, pues pronto su semblante ensombreció al escuchar a esos dos llamarla al centro del lugar.
«Me cago en todo, para colmo a él no lo llamaron. »Se quejaba mientras dejaba a Koko a cargo de sus armas y caminaba a paso lento hasta el lugar, obviamente no quería estar allí, pero se anotó esperando que el azar le jugará a su favor para tener la excusa de que no hizo nada porque no fue escogida de entre todos los genins y… Lamentablemente no estaba de suerte.
Y allí estaban dos de los participantes, uno reconocible y el otro con una máscara bastante extraña que hizo que la kunoichi frunciera ligeramente el ceño pero no dijo nada al respecto.
—Sakamoto Noemi aquí. —Usaría un tono neutral para hablar, aunque hizo una leve reverencia a los chuunins allí presentes y se quedó a la espera de cualquier tipo de comentario u orden, no tenía mucho más para hacer realmente.
«¿Y este tipo…? No lo recuerdo de la academia. »