12/02/2017, 13:19
—¡Y finalmente... FURUKAWA ERI!
¿Furukawa Eri? ¿Mi Furukawa Eri? Deje de pensar por un momento en lo hermosa que era Uzushiogakure para recordar en vivo lo hermosa que era su mejor kunoichi. Sus ojos camuflados por dos hermosas amatistas de la calidad más pura que se pueda encontrar acompañaban a su cabello, de ese mismo color. Tener la oportunidad de verla en vivo era comparable a ver a Dios en la tierra, si la mirabas durante mucho rato podías sentir como se te derriten los ojos de tanta hermosura. Eso sí, dudo que Dios tenga una delantera como la suya. Más un punto para Eri.
. ¡ERI! ¡Tú del rojo!
¡Oh dios! ¡EL ROJO NECESITO EL ROJO! Me serené como pude, pero las piernas me temblaban. ¿Y si no estaba en el rojo? ¡Tendría que hacer Seppuku ahí mismo! Vale, recuerda tus palabras, Nabi. No hay que dudar, dudar es de debiles. Sé que me va a tocar el rojo, yo soy rojo y rojo soy yo y todos somos uno sin ser dos. Pero si no me toca me muero.
Abrí los ojos para vislumbrar el objeto de mágico poder que residía en mi mano. Un brazalete rojo, la vida volvía a tener sentido. Pero no había dudado en ningún momento de ello, mira mi capa, carmesí al 200%. Volví a la realidad levemente y busqué otros brazaletes rojos, el mio ya estaba anudado en mi brazo izquierdo. Aparte de Eri, estabamos Riko y yo. Mire a Riko y mire a los otros tres. Kotetsu tenia unos brazos normales, Akame tenia unos brazos normales y Noemi igual. Riko tenia fideos, y no en plan comida, en plan sus brazos parecían totalmente lisos, como si no tuvieran músculos.
La cosa iba más allá, no eran sus brazos, era todo él. Que era muy majo y tal, pero si el viento soplaba fuerte se lo llevaba, parecía de cristal. Aunque era muy bonito él, como los atunes. Había que admitirlo, de los presentes, era el más guapo con diferencia. Así que si esto iba de Concurso de Belleza, los vapuleabamos, si nos teniamos que pegar... Añado un apendice, Kotetsu guapo guapo no parecía con ese demonio pegado a la cara.
Empezaron a explicar el juego y yo estuve atento, ibamos a necesitar una comprensión máxima para poder ganarlo. Era el típico juego de la cuerda, si habia que ahorcar a alguien iba a ser fácil, pero querían que tiraramos de una cuerda mientras el otro equipo tiraba de la misma cuerda. Catastrofe, desgracia, infortunio, accidente, apocalipsis, apoteosis y demás cosas que suenan a muerte y destrucción. ¡Cómo demonios ibamos a ganar a eso! ¡Ni siquiera era una pregunta porque sabía que la respuesta es que NO iban a ganar!
. ¡VAMOS! ¡EQUIPO ROJO, A MI IZQUIERDA!
¡Eh! ¡Ah! Izquierda era la contraria a la mano con la que escribes. Eso me dijeron en la academia. ¡Mierda! Que soy ambidiestro. Me dediqué a simplemente a seguir a Eri-sama.
Una vez colocados a lo largo de la cuerda, yo estaba el primero, pues iba a ser el mulo de carga de mi equipo, mientras que Riko era el último. Todo lo que esperaba de esa prueba era que Riko no acabase saliendo volando hacia ninguna parte.
Enrollé algo de la cadena alrededor de mi brazo izquierdo para ganar fuerza al tirar, la única regla era no dañar al equipo contrario así que si estuviera gordo me sentaría encima de la cadena, siempre supe que la delgadez me llevaría a la desgracia. Eri tiraba y Riko lo intentaba, yo esperaría a la cuenta atrás para pegar un fuerte tiron con ambas manos y despues seguiria tirando con todas mis fuerzas.
¿Furukawa Eri? ¿Mi Furukawa Eri? Deje de pensar por un momento en lo hermosa que era Uzushiogakure para recordar en vivo lo hermosa que era su mejor kunoichi. Sus ojos camuflados por dos hermosas amatistas de la calidad más pura que se pueda encontrar acompañaban a su cabello, de ese mismo color. Tener la oportunidad de verla en vivo era comparable a ver a Dios en la tierra, si la mirabas durante mucho rato podías sentir como se te derriten los ojos de tanta hermosura. Eso sí, dudo que Dios tenga una delantera como la suya. Más un punto para Eri.
. ¡ERI! ¡Tú del rojo!
¡Oh dios! ¡EL ROJO NECESITO EL ROJO! Me serené como pude, pero las piernas me temblaban. ¿Y si no estaba en el rojo? ¡Tendría que hacer Seppuku ahí mismo! Vale, recuerda tus palabras, Nabi. No hay que dudar, dudar es de debiles. Sé que me va a tocar el rojo, yo soy rojo y rojo soy yo y todos somos uno sin ser dos. Pero si no me toca me muero.
Abrí los ojos para vislumbrar el objeto de mágico poder que residía en mi mano. Un brazalete rojo, la vida volvía a tener sentido. Pero no había dudado en ningún momento de ello, mira mi capa, carmesí al 200%. Volví a la realidad levemente y busqué otros brazaletes rojos, el mio ya estaba anudado en mi brazo izquierdo. Aparte de Eri, estabamos Riko y yo. Mire a Riko y mire a los otros tres. Kotetsu tenia unos brazos normales, Akame tenia unos brazos normales y Noemi igual. Riko tenia fideos, y no en plan comida, en plan sus brazos parecían totalmente lisos, como si no tuvieran músculos.
La cosa iba más allá, no eran sus brazos, era todo él. Que era muy majo y tal, pero si el viento soplaba fuerte se lo llevaba, parecía de cristal. Aunque era muy bonito él, como los atunes. Había que admitirlo, de los presentes, era el más guapo con diferencia. Así que si esto iba de Concurso de Belleza, los vapuleabamos, si nos teniamos que pegar... Añado un apendice, Kotetsu guapo guapo no parecía con ese demonio pegado a la cara.
Empezaron a explicar el juego y yo estuve atento, ibamos a necesitar una comprensión máxima para poder ganarlo. Era el típico juego de la cuerda, si habia que ahorcar a alguien iba a ser fácil, pero querían que tiraramos de una cuerda mientras el otro equipo tiraba de la misma cuerda. Catastrofe, desgracia, infortunio, accidente, apocalipsis, apoteosis y demás cosas que suenan a muerte y destrucción. ¡Cómo demonios ibamos a ganar a eso! ¡Ni siquiera era una pregunta porque sabía que la respuesta es que NO iban a ganar!
. ¡VAMOS! ¡EQUIPO ROJO, A MI IZQUIERDA!
¡Eh! ¡Ah! Izquierda era la contraria a la mano con la que escribes. Eso me dijeron en la academia. ¡Mierda! Que soy ambidiestro. Me dediqué a simplemente a seguir a Eri-sama.
Una vez colocados a lo largo de la cuerda, yo estaba el primero, pues iba a ser el mulo de carga de mi equipo, mientras que Riko era el último. Todo lo que esperaba de esa prueba era que Riko no acabase saliendo volando hacia ninguna parte.
Enrollé algo de la cadena alrededor de mi brazo izquierdo para ganar fuerza al tirar, la única regla era no dañar al equipo contrario así que si estuviera gordo me sentaría encima de la cadena, siempre supe que la delgadez me llevaría a la desgracia. Eri tiraba y Riko lo intentaba, yo esperaría a la cuenta atrás para pegar un fuerte tiron con ambas manos y despues seguiria tirando con todas mis fuerzas.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)