27/02/2017, 16:14
Todos los jóvenes estaban preparados para comenzar la prueba, solo faltaba el pitido inicial, que no tardaría en comenzar , en forma de cuenta atrás. Cada número que pasaba hacía que Riko tensara un poco más sus poco desarrollados músculos, deseando de manera inútil que, quizás por acción divina, su fuerza aumentara momentáneamente, lo justo como para poder vencer aquella prueba, y, con la falta de fe en ello, comenzó a pensar, tratando de urdir algún plan que les ayudara a vencer.
En cuanto la cuenta atrás terminó, todos los muchachos comenzaron a tirar, sin tener en cuenta la pequeña locura que había cometido Nabi. Se había enrollado la cadena al brazo. ¡Pero cómo se le ocurría! En cuanto comenzaron a tirar, el rubio cayó al suelo de rodillas, con un fuerte dolor en el brazo, pero, aún en esta situación, el muchacho tuvo una pequeña idea, y tres pequeñas canicas salieron disparadas de su mano en dirección al equipo rival.
Ellos ya habían perdido una considerable ventaja, Nabi había dejado de tirar a causa del dolor, y Eri, igual, y Riko y su dudosa fuerza poco pudieron hacer contra los tres del equipo rival, pero todavía podían remontar.
— ¡Tirad!
Éste fue el momento que Riko aprovechó para llevar a cabo su pequeña idea. Se dio la vuelta, antes de que explotasen las canicas que había lanzado su compañero de equipo, y, mientras tiraba con una mano, con la otra realizó un par de sellos, y un chorro de un líquido viscoso salió de su boca, pegando el trozo de cadena que sobraba tras él al suelo.
Y de repente un estruendo ensordecedor, que, desafortunadamente, no fue capaz de aguantar, por lo que soltó la cadena, llevándose ambas manos a los oídos, tratando de evitar todo el ruido posible, aún así, tenía que poner en marcha su segunda parte del plan.
— ¡Aguantad! ¡Tengo una idea! — Gritó, tratando de que sus dos compañeros le escuchasen.
Y antes de que el humo producido por la bomba de Nabi se disipase, el peliblanco se encontraba corriendo en dirección al equipo contrario, con la misma serie de sellos hecha con la mano izquierda, y en cuanto se encontró a una distancia suficiente, el mismo chorro de líquido viscoso salió, justo en donde se supone que se encontraban los integrantes del equipo de Noemi, que, a no ser que fueran capaces de ver a traves del humo, quedarían atrapados en esta sustancia. Tras ésto, el Senju volvió rápidamente a su posición, aportando la poca fuerza que tenía en tirar de aquella dichosa cadena.
— Si andáis hacia atrás, concentrar algo de chakra en los pies, no vayáis a quedar atrapados en mi técnica. — Les avisó, tanto a Eri como a Nabi.
En cuanto la cuenta atrás terminó, todos los muchachos comenzaron a tirar, sin tener en cuenta la pequeña locura que había cometido Nabi. Se había enrollado la cadena al brazo. ¡Pero cómo se le ocurría! En cuanto comenzaron a tirar, el rubio cayó al suelo de rodillas, con un fuerte dolor en el brazo, pero, aún en esta situación, el muchacho tuvo una pequeña idea, y tres pequeñas canicas salieron disparadas de su mano en dirección al equipo rival.
Ellos ya habían perdido una considerable ventaja, Nabi había dejado de tirar a causa del dolor, y Eri, igual, y Riko y su dudosa fuerza poco pudieron hacer contra los tres del equipo rival, pero todavía podían remontar.
— ¡Tirad!
Éste fue el momento que Riko aprovechó para llevar a cabo su pequeña idea. Se dio la vuelta, antes de que explotasen las canicas que había lanzado su compañero de equipo, y, mientras tiraba con una mano, con la otra realizó un par de sellos, y un chorro de un líquido viscoso salió de su boca, pegando el trozo de cadena que sobraba tras él al suelo.
Y de repente un estruendo ensordecedor, que, desafortunadamente, no fue capaz de aguantar, por lo que soltó la cadena, llevándose ambas manos a los oídos, tratando de evitar todo el ruido posible, aún así, tenía que poner en marcha su segunda parte del plan.
— ¡Aguantad! ¡Tengo una idea! — Gritó, tratando de que sus dos compañeros le escuchasen.
Y antes de que el humo producido por la bomba de Nabi se disipase, el peliblanco se encontraba corriendo en dirección al equipo contrario, con la misma serie de sellos hecha con la mano izquierda, y en cuanto se encontró a una distancia suficiente, el mismo chorro de líquido viscoso salió, justo en donde se supone que se encontraban los integrantes del equipo de Noemi, que, a no ser que fueran capaces de ver a traves del humo, quedarían atrapados en esta sustancia. Tras ésto, el Senju volvió rápidamente a su posición, aportando la poca fuerza que tenía en tirar de aquella dichosa cadena.
— Si andáis hacia atrás, concentrar algo de chakra en los pies, no vayáis a quedar atrapados en mi técnica. — Les avisó, tanto a Eri como a Nabi.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»