20/03/2017, 12:25
Mi plan había sido dos exitos, o puede que incluso tres, sino fuera por ese maldito crio entrometido. Lo peor era que el que me chafó brutalmente el plan no fue otro que mi primo segundo por parte de tia abuela de mi cuñada, Senju Riko. Yo hay cosas que creo que nunca voy a entender y en este momento la cosa que menos entiendo es en que puta cabeza cabe que pegar a los rivales al suelo y a la cadena con ellos, sirva de algo. De verdad, si ya lo teniamos hecho, ellos explotan, nosotros tiramos y gracias por participar nos veremos en Nabidad.
Total, que se lió la de Kami-sama. Espadas volando, escupitajos en el viento, Akame tirado por el suelo, todos pegados, unas locas vitoreando a un loco. La cadena se había ido moviendo sustanciosamente hacia nosotros gracias al esfuerzo incansable de Eri-hime. Sin embargo, se paró de golpe, pues estaba totalmente pegada al otro equipo y no se movía ni sin querer.
Bueno, llegados a este punto solo quedaba tirar, y llorar, pero sobretodo llorar. Solo tenía que tirar de la cadena mientras ellos se retorcian en el suelo... Agarré la cadena con la mano que no tenía muerta y tiraría con toda mi fuerza, el otro brazo aún no me atrevía a moverlo porque tenía esa infame seguridad de que en cuanto lo moviese, dolería como su Amaterasu madre.
Con los ojos clavados en los tres que tenía delante y arrepintiendome de no tener uno en el cogote para vigilar a Riko seguiría tirando hasta que se me rompiera este brazo tambien.
Total, que se lió la de Kami-sama. Espadas volando, escupitajos en el viento, Akame tirado por el suelo, todos pegados, unas locas vitoreando a un loco. La cadena se había ido moviendo sustanciosamente hacia nosotros gracias al esfuerzo incansable de Eri-hime. Sin embargo, se paró de golpe, pues estaba totalmente pegada al otro equipo y no se movía ni sin querer.
Bueno, llegados a este punto solo quedaba tirar, y llorar, pero sobretodo llorar. Solo tenía que tirar de la cadena mientras ellos se retorcian en el suelo... Agarré la cadena con la mano que no tenía muerta y tiraría con toda mi fuerza, el otro brazo aún no me atrevía a moverlo porque tenía esa infame seguridad de que en cuanto lo moviese, dolería como su Amaterasu madre.
Con los ojos clavados en los tres que tenía delante y arrepintiendome de no tener uno en el cogote para vigilar a Riko seguiría tirando hasta que se me rompiera este brazo tambien.
—Nabi—