21/03/2017, 01:52
Ruido, humo, luces raras, solo faltaba que volaran los zapatos y ya estaría todo pero por suerte eso no ocurrió, aunque seguramente sería catalogado como una especie de daño por lo que seguramente Okura intervendría de alguna manera.
De todas formas, Noemi no conocía ningún jutsu ni nada por el estilo que le pudiera resultar útil para ayudar a su equipo y las únicas herramientas que tenía eran en realidad espadas y las tenía una de sus sirvientas entre la multitud así que menos que menos, lo único que ella podía hacer era seguir tirando con todas sus fuerzas y así lo hizo ni bien el ruido de la bomba de Nabi dejó de molestar, pero para cuando lo hizo y aún temerosa de abrir los ojos, una sustancia pegajosa le mojó los pies. «Dime que no se meó nadie. »Fue lo único que se le ocurrió a la kunoichi antes de abrir los ojos y llevarse la sorpresa de que sus pies estaban pegados a la tierra.
—¿¡Algo más!? —Bramó la rubia bastante fastidiada por todo lo que el equipo contrario había hecho ya.
Puesto que no podía moverse de su lugar y tampoco tenía ningún truco bajo la manga —y siquiera mangas— la chica simplemente se dedicó a tirar con todas sus fuerzas de la cadena, con ambas manos ahora que podía.
De todas formas, Noemi no conocía ningún jutsu ni nada por el estilo que le pudiera resultar útil para ayudar a su equipo y las únicas herramientas que tenía eran en realidad espadas y las tenía una de sus sirvientas entre la multitud así que menos que menos, lo único que ella podía hacer era seguir tirando con todas sus fuerzas y así lo hizo ni bien el ruido de la bomba de Nabi dejó de molestar, pero para cuando lo hizo y aún temerosa de abrir los ojos, una sustancia pegajosa le mojó los pies. «Dime que no se meó nadie. »Fue lo único que se le ocurrió a la kunoichi antes de abrir los ojos y llevarse la sorpresa de que sus pies estaban pegados a la tierra.
—¿¡Algo más!? —Bramó la rubia bastante fastidiada por todo lo que el equipo contrario había hecho ya.
Puesto que no podía moverse de su lugar y tampoco tenía ningún truco bajo la manga —y siquiera mangas— la chica simplemente se dedicó a tirar con todas sus fuerzas de la cadena, con ambas manos ahora que podía.