2/05/2017, 20:23
Apenas el Uchiha le dio la vuelta al folio, sus ojos empezaron a leer la primera pregunta con avidez intelectual. Arqueó una ceja, parecía demasiado fácil. ¿Tendría trampa? Tomó el lápiz con dedos ágiles y empezó a contestar.
Siguió así durante los siguientes minutos, evadido por completo del resto del mundo. Ni siquiera vio si Kotetsu había entregado ya, o si los del equipo contrario lo habían hecho. No pensó en que tenían un miembro menos en el equipo y que, por tanto perderían a buen seguro. Nada de eso importaba. Él era Uchiha Akame. El Devoralibros. No había examen que no pudiera rubricar a la perfección. No había en todo Uzushiogakure alguien más estudioso que él. Era imposible. La sola idea de imaginarlo se le antojaba estúpida, idiota, un chiste malo o una broma de pésimo gusto.
Con eficiencia marcial puntuó la última frase de la última pregunta y, levantándose, entregó el examen.
Siguió así durante los siguientes minutos, evadido por completo del resto del mundo. Ni siquiera vio si Kotetsu había entregado ya, o si los del equipo contrario lo habían hecho. No pensó en que tenían un miembro menos en el equipo y que, por tanto perderían a buen seguro. Nada de eso importaba. Él era Uchiha Akame. El Devoralibros. No había examen que no pudiera rubricar a la perfección. No había en todo Uzushiogakure alguien más estudioso que él. Era imposible. La sola idea de imaginarlo se le antojaba estúpida, idiota, un chiste malo o una broma de pésimo gusto.
Con eficiencia marcial puntuó la última frase de la última pregunta y, levantándose, entregó el examen.