12/04/2016, 22:37
Sentía la tensión que había entre los dos cuerpos agresivos y amenazantes que disputaban una pelea por orgullo. No sabía si sus palabras los calmarían pero él lo intentaba, después de todo muchos dicen que lo que cuenta es la intención. Karamaru la tenía pero la mirada de su raro compañero de aldea le auguraba otra cosa.
Sus ojos comenzaron a captar la disminución de luz como consecuencia del fuego que se marchitaba y la oscuridad comenzaba a rodearlo. Primero la simple noche dejaba una pequeña brisa y brillos que permitían la visión de la zona cercana pero poco segundos después un humo denso y oscuro lo empezó a rodear y antes de quedar solo pudo ver un fino grillo azul que provenía de la mirada desafiante del de Ame. Ahora se encontraba solo y perdido y con un paisaje enteramente negro, pero como no podía ser de otra manera lo extraño tenía que ocurrir.
Sintió una molestia en su cadera, luego en su espalda. Parecía una mano que recorría su cuerpo pero que al darse vuelta no podía ver. Seguía ahí, haciéndole presión en cantidades cada vez mayores hasta que se le acabó la paciencia y comenzó a arrastrar el cuerpo del cenobita a través del humo.
«¿Qué mierda?»
Solo llegó a pestañear, pero cuando lo hizo, el paisaje de las ruinas se podía ver desde las alturas. Estaba en la torre con su fiel lámpara y el pequeño campamento que había montado. Parado y sujetó a uno de los bordes de esta se encontraba, tratando de dilucidar lo ocurrido. ¿Había sido un sueño? ¿O acaso algo de lo vivido fue real? ¿Era un Genjutsu lo suficiente capaz para hacerlo vivir lo que había vivido? Nunca había caído bajo la ilusión de uno pero sabía que eran poderosos. Tal vez incluso tan poderosos que podrían hacer caer a alguien sin siquiera mirarlo ni acercarse.
Pero el cuerpo de Karamaru estaba cansado y no quería saber más nada del asunto. Estaba contento de estar bien y de haber recordado a Kazuma pero era hora de dormir y retomar viaje a la mañana siguiente.
Sus ojos comenzaron a captar la disminución de luz como consecuencia del fuego que se marchitaba y la oscuridad comenzaba a rodearlo. Primero la simple noche dejaba una pequeña brisa y brillos que permitían la visión de la zona cercana pero poco segundos después un humo denso y oscuro lo empezó a rodear y antes de quedar solo pudo ver un fino grillo azul que provenía de la mirada desafiante del de Ame. Ahora se encontraba solo y perdido y con un paisaje enteramente negro, pero como no podía ser de otra manera lo extraño tenía que ocurrir.
Sintió una molestia en su cadera, luego en su espalda. Parecía una mano que recorría su cuerpo pero que al darse vuelta no podía ver. Seguía ahí, haciéndole presión en cantidades cada vez mayores hasta que se le acabó la paciencia y comenzó a arrastrar el cuerpo del cenobita a través del humo.
«¿Qué mierda?»
Solo llegó a pestañear, pero cuando lo hizo, el paisaje de las ruinas se podía ver desde las alturas. Estaba en la torre con su fiel lámpara y el pequeño campamento que había montado. Parado y sujetó a uno de los bordes de esta se encontraba, tratando de dilucidar lo ocurrido. ¿Había sido un sueño? ¿O acaso algo de lo vivido fue real? ¿Era un Genjutsu lo suficiente capaz para hacerlo vivir lo que había vivido? Nunca había caído bajo la ilusión de uno pero sabía que eran poderosos. Tal vez incluso tan poderosos que podrían hacer caer a alguien sin siquiera mirarlo ni acercarse.
Pero el cuerpo de Karamaru estaba cansado y no quería saber más nada del asunto. Estaba contento de estar bien y de haber recordado a Kazuma pero era hora de dormir y retomar viaje a la mañana siguiente.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘