19/01/2016, 02:27
Si dos destellos rojizos eran poco espectáculo para una noche fresca y calma siempre se podía conseguir un show de fuegos artificiales más completo. Karamaru había decidido permanecer en la torre donde en un principio tenía pensado pasar la noche. Seguía tratando de ver lo mejor que podía en los dos orígenes de las luces. Cambiaba rápidamente la vista de un punto al otro hasta que en uno de ellos una luz mayor y un destello que podría confundir con un rayo sorprendieron al calvo. Y para agregarle más brillo al asunto, una luz de corta duración cubrió el lugar. El monje lo había visto bien, conocía esa técnica, era la bola de fuego que él también realizaba en algunas ocasiones. Pero esta vez fueron dos, y el calvo sabía lo que eso significaba. Significaba combate, y este se encontraba solamente a unos treinta o cuarenta metros de su posición.
«¿Voy? o ¿No voy?» era el dilema que se le presentaba a Karamaru.
Podían ser combatientes de un mayor nivel y ser peligroso el estar cerca pero su curiosidad lo tentaba a dejar su puesto de vigía de la acción. Si era una pelea de gran envergadura la torre en la que estaba podía caer ya que era tan frágil como el vidrio mismo.
Tal vez solamente es mejor esperar, ser paciente, y ver que sucede. Tal vez la situación calmé antes de que yo llegué a destino y será un gasto de energía en vano.- sí, eran menos de cincuenta metros pero siempre te puedes encontrar algo a lo que defenderte y llevar un simple recorrido a un combate impredecible. El riesgo no valía la pena.
Se quedó en una vieja baranda que rodeaba la cima de la torre cuadrada. Estaba destruida y quedaban pocos pedazos pero era uno de los lugares donde el techo mejor le cubría.
En su espera, pudo ver varios movimientos alrededor de la zona. Vio a un hombre, tal vez a alguien menor, de una notoria cabellera rubia dirigiéndose a la localización de tanta iluminación. Obviamente había llamado la atención de cualquiera que estuviese alrededor. Esas personas eran las que el monje quería evitar. Segundos más tarde pudo ver una sombra, prácticamente irreconocible, que recorría los árboles. No podía distinguir siquiera si era humano, podía suponer, pero no saber con certeza. Cada vez se le hacía mas difícil saber si ir o no pero tal vez esperar alguna que otra acción llamativa era mejor que salir al encuentro de desconocidos.
Lo que Karamaru no sabía, es que en ese lugar se daba una reunión de gennins importante y que no todos eran desconocidos y ni siquiera uno se podría considerar un enemigo. Tal vez era demasiado precavido, pero como el siempre piensa...
«Mejor prevenir que curar ¿No?»
«¿Voy? o ¿No voy?» era el dilema que se le presentaba a Karamaru.
Podían ser combatientes de un mayor nivel y ser peligroso el estar cerca pero su curiosidad lo tentaba a dejar su puesto de vigía de la acción. Si era una pelea de gran envergadura la torre en la que estaba podía caer ya que era tan frágil como el vidrio mismo.
Tal vez solamente es mejor esperar, ser paciente, y ver que sucede. Tal vez la situación calmé antes de que yo llegué a destino y será un gasto de energía en vano.- sí, eran menos de cincuenta metros pero siempre te puedes encontrar algo a lo que defenderte y llevar un simple recorrido a un combate impredecible. El riesgo no valía la pena.
Se quedó en una vieja baranda que rodeaba la cima de la torre cuadrada. Estaba destruida y quedaban pocos pedazos pero era uno de los lugares donde el techo mejor le cubría.
En su espera, pudo ver varios movimientos alrededor de la zona. Vio a un hombre, tal vez a alguien menor, de una notoria cabellera rubia dirigiéndose a la localización de tanta iluminación. Obviamente había llamado la atención de cualquiera que estuviese alrededor. Esas personas eran las que el monje quería evitar. Segundos más tarde pudo ver una sombra, prácticamente irreconocible, que recorría los árboles. No podía distinguir siquiera si era humano, podía suponer, pero no saber con certeza. Cada vez se le hacía mas difícil saber si ir o no pero tal vez esperar alguna que otra acción llamativa era mejor que salir al encuentro de desconocidos.
Lo que Karamaru no sabía, es que en ese lugar se daba una reunión de gennins importante y que no todos eran desconocidos y ni siquiera uno se podría considerar un enemigo. Tal vez era demasiado precavido, pero como el siempre piensa...
«Mejor prevenir que curar ¿No?»
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘