20/01/2016, 02:04
Abrió los ojos y se perdió en los suyos. Decir que eran verdes era como decir que las estrellas son simplemente amarillas. No era mentir, pero tampoco ser fieles a la verdad. Los suyos resplandecían como el sol chispeante que brillaba en las olas del mar, y tenían el color de la aurora reflejada en el oscuro océano invernal.
Datsue tomó aire, al darse cuenta que llevaba un buen rato sin hacerlo, y sus labios, pesados por el cansancio, trataron de articular la pregunta inevitable.
—¿Eres un ángel? —Parpadeó con fuerza, como si estuviese viendo un espejismo. Junto a ella, otra chica le miraba, de ojos rasgados y blancos, cuyas formas y líneas evocarían el deseo de cualquier adolescente. Entonces Datsue se vio obligado a realizar la segunda pregunta inevitable del día—. ¿Estoy en el cielo?
Se sentía agotado, como si hubiese gastado la energía de toda una semana en un solo instante. Intentó incorporarse, pero aquel simple gesto le suponía un esfuerzo demasiado grande. ¿En verdad había muerto?
Por lo visto, alguien quiso sacarle de su error, agarrándole por los pelos y zarandeándole la cabeza. Aquel simple movimiento, sumado a la debilidad que sentía, hizo que le entraran ganas de vomitar.
Reprimió una arcada y, de pronto, la tierra se puso a temblar. Algo estaba pasando, pero no podía ver nada. Se sentía mareado por los meneos que le había dado aquel imbécil, y el mundo entero le daba vueltas. Entonces, pese a que seguramente debería preocuparse por otras cosas, sintió como su corazón inundaba sus venas con el veneno de la venganza. Voy a matarte, hijo de la gran puta. Voy a matarte aunque sea lo último que haga en esta vida.
Apretando los dientes, logró ponerse de rodillas y enfocar a su objetivo: el rubio.
Datsue tomó aire, al darse cuenta que llevaba un buen rato sin hacerlo, y sus labios, pesados por el cansancio, trataron de articular la pregunta inevitable.
—¿Eres un ángel? —Parpadeó con fuerza, como si estuviese viendo un espejismo. Junto a ella, otra chica le miraba, de ojos rasgados y blancos, cuyas formas y líneas evocarían el deseo de cualquier adolescente. Entonces Datsue se vio obligado a realizar la segunda pregunta inevitable del día—. ¿Estoy en el cielo?
Se sentía agotado, como si hubiese gastado la energía de toda una semana en un solo instante. Intentó incorporarse, pero aquel simple gesto le suponía un esfuerzo demasiado grande. ¿En verdad había muerto?
Por lo visto, alguien quiso sacarle de su error, agarrándole por los pelos y zarandeándole la cabeza. Aquel simple movimiento, sumado a la debilidad que sentía, hizo que le entraran ganas de vomitar.
Reprimió una arcada y, de pronto, la tierra se puso a temblar. Algo estaba pasando, pero no podía ver nada. Se sentía mareado por los meneos que le había dado aquel imbécil, y el mundo entero le daba vueltas. Entonces, pese a que seguramente debería preocuparse por otras cosas, sintió como su corazón inundaba sus venas con el veneno de la venganza. Voy a matarte, hijo de la gran puta. Voy a matarte aunque sea lo último que haga en esta vida.
Apretando los dientes, logró ponerse de rodillas y enfocar a su objetivo: el rubio.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado