24/01/2016, 21:11
"Vale... Aquí pasa algo"
Si creía que las cosas iban a ser sencillas, estaba equivocado. Aun menos, cuando vio el festival de gente que comenzó a entrar. Ni Nabi ni Eri le hicieron mucho caso. Aparecieron más personas a su alrededor, a algunos les conocía, a otros no. La shinobi que conoció en el museo de armas, de Takigakure , apareció junto con el chico rubio. También había otra chica junto con Eri y el viajero, una chica de pelo blanco que no conocía, pero recordaba con vagueza.
Por último, otra persona se metió en medio. Era Kazuma, su compañero de equipo. Ahora estaban los tres juntos.
Si, algo muy raro estaba pasando.
"La carta... Creo que no he sido el único" - como la otra vez en el jardin de los cerezos, empezó a pensar que esos tipos les habían reunido, por alguna extraña razón.
Pero eso no fue lo más raro. Antes de poder hablar, y contestar a alguien - todo el mundo estaba hablando, cada uno con su propia opinión - sintió algo. Una necesidad fuerte e imperiosa de guardar la gema que sostenía en sus manos. Por alguna razón, lo hizo, la escondió en el fondo de su portaobjetos. Empezó a ver a la gente con otros ojos.
Entonces, sucedió otra cosa aun más. Un gran temblor, una vibración terrestre. Juro se movió, asustado de que algo le cayese encima. Pero no tuvo mucho margen, en ese momento, surgió lentamente una cupula de tierra, que les envolvió sin escapatoria a todos los presentes, dejandoles encerrados, salvo por un pequeño agujero, para respirar.
En mitad de la cúpula, se encontraba el viajero, por alguna razón. Una gema rojiza brillaba en mitad de esta también, y esta se introdujo en cuestión de segundos en una columna que se había formado, sin dejar de emitir su brillo.
Estaba encerrado con numerosos desconocidos en una cúpula extraña. En el fondo, sabía que esa gema tenía algo que ver, sabía que esos desconocidos estaban por alguna parte tratando de hacer algo con ellos. Pero eso no le importó en ese momento. Otra cuestión asaltaba su mente.
"La gema. Me van a quitar la gema... No puedo dejar que se me acerquen..."
Contuvo las ganas de asegurar la gema que estaba escondida, no. No podía denotar su miedo. El sentimiento de encontrar la otra parte de la gema le llenó de lleno, empujando a un lado el resto de sus deseos. Aun tenía algo de razón, sabía que Kazuma, Nabi y Eri eran sus mejores aliados en ese momento. Pero el resto... Tenía que alejarse de ellos.
Examinó mejor a la gente que no conocía, y a los que conocía vagamente. No, no podía dejarse llevar por su lado más humano en ese momento. Trató de ver la posición de sus compañeros, por si tenía que llegar rápidamente. Igualmente, trató de que no estar demasiado cerca de nadie.
No iban a quitarle la gema. No pensaba dejarlo. Lo tenía decidido.
Si creía que las cosas iban a ser sencillas, estaba equivocado. Aun menos, cuando vio el festival de gente que comenzó a entrar. Ni Nabi ni Eri le hicieron mucho caso. Aparecieron más personas a su alrededor, a algunos les conocía, a otros no. La shinobi que conoció en el museo de armas, de Takigakure , apareció junto con el chico rubio. También había otra chica junto con Eri y el viajero, una chica de pelo blanco que no conocía, pero recordaba con vagueza.
Por último, otra persona se metió en medio. Era Kazuma, su compañero de equipo. Ahora estaban los tres juntos.
Si, algo muy raro estaba pasando.
"La carta... Creo que no he sido el único" - como la otra vez en el jardin de los cerezos, empezó a pensar que esos tipos les habían reunido, por alguna extraña razón.
Pero eso no fue lo más raro. Antes de poder hablar, y contestar a alguien - todo el mundo estaba hablando, cada uno con su propia opinión - sintió algo. Una necesidad fuerte e imperiosa de guardar la gema que sostenía en sus manos. Por alguna razón, lo hizo, la escondió en el fondo de su portaobjetos. Empezó a ver a la gente con otros ojos.
Entonces, sucedió otra cosa aun más. Un gran temblor, una vibración terrestre. Juro se movió, asustado de que algo le cayese encima. Pero no tuvo mucho margen, en ese momento, surgió lentamente una cupula de tierra, que les envolvió sin escapatoria a todos los presentes, dejandoles encerrados, salvo por un pequeño agujero, para respirar.
En mitad de la cúpula, se encontraba el viajero, por alguna razón. Una gema rojiza brillaba en mitad de esta también, y esta se introdujo en cuestión de segundos en una columna que se había formado, sin dejar de emitir su brillo.
Estaba encerrado con numerosos desconocidos en una cúpula extraña. En el fondo, sabía que esa gema tenía algo que ver, sabía que esos desconocidos estaban por alguna parte tratando de hacer algo con ellos. Pero eso no le importó en ese momento. Otra cuestión asaltaba su mente.
"La gema. Me van a quitar la gema... No puedo dejar que se me acerquen..."
Contuvo las ganas de asegurar la gema que estaba escondida, no. No podía denotar su miedo. El sentimiento de encontrar la otra parte de la gema le llenó de lleno, empujando a un lado el resto de sus deseos. Aun tenía algo de razón, sabía que Kazuma, Nabi y Eri eran sus mejores aliados en ese momento. Pero el resto... Tenía que alejarse de ellos.
Examinó mejor a la gente que no conocía, y a los que conocía vagamente. No, no podía dejarse llevar por su lado más humano en ese momento. Trató de ver la posición de sus compañeros, por si tenía que llegar rápidamente. Igualmente, trató de que no estar demasiado cerca de nadie.
No iban a quitarle la gema. No pensaba dejarlo. Lo tenía decidido.