7/02/2016, 19:13
(Última modificación: 7/02/2016, 19:16 por Uchiha Datsue.)
Que Datsue se iba a vengar era una certeza absoluta. Tanta, como que en aquellos momentos estaba lloviendo sobre Amegakure. Aquel chico lo había zarandeado, ultrajado, humillado. Para un Uchiha cualquiera, aquello bastaba. Los Uchihas de sangre más pura podían hasta inventarse que le habían faltado al respeto sólo para poder vengarse de alguien, pues para ellos era una necesidad tan básica como comer o fo... O dormir, o dormir. Hasta aquel momento, Datsue se consideraba más bien un Uchiha mestizo… pero ahora ya no estaba tan seguro.
Trató de levantarse y finalmente pudo hacerlo. Tenía la boca seca y sentía hambre, mucha hambre, como si no hubiese comido nada en toda una semana. Las rodillas le temblaban y parecía que fuese a caer en cualquier momento...
... pero no lo haré.
No, no lo haría. La maldición del odio Uchiha le sostendría.
Entonces se permitió analizar la situación. El terreno había cambiado. Una cúpula los había envuelto a todos, con un único orificio situado justo encima de él. El fulgor de la luna caía por el agujero, bañándole con su luz divina como si se tratase de un Dios. Recordó lo bien que se había sentido momentos antes, con la gema en su interior. Había sentido tanto poder, tanta clarividencia… que ahora en comparación se sentía como una mierda. Como una mierda de mosquito, imperceptible y minúsculo.
Bajó la mirada del cielo y contempló su alrededor. Había muchas caras nuevas, muchas siluetas confundidas entre las sombras. Pensándolo bien, quizá debería tomarse un alto con su venganza. Al fin y al cabo, era un plato que se servía frío, ¿no?
Trató de levantarse y finalmente pudo hacerlo. Tenía la boca seca y sentía hambre, mucha hambre, como si no hubiese comido nada en toda una semana. Las rodillas le temblaban y parecía que fuese a caer en cualquier momento...
... pero no lo haré.
No, no lo haría. La maldición del odio Uchiha le sostendría.
Entonces se permitió analizar la situación. El terreno había cambiado. Una cúpula los había envuelto a todos, con un único orificio situado justo encima de él. El fulgor de la luna caía por el agujero, bañándole con su luz divina como si se tratase de un Dios. Recordó lo bien que se había sentido momentos antes, con la gema en su interior. Había sentido tanto poder, tanta clarividencia… que ahora en comparación se sentía como una mierda. Como una mierda de mosquito, imperceptible y minúsculo.
Bajó la mirada del cielo y contempló su alrededor. Había muchas caras nuevas, muchas siluetas confundidas entre las sombras. Pensándolo bien, quizá debería tomarse un alto con su venganza. Al fin y al cabo, era un plato que se servía frío, ¿no?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado