9/11/2022, 17:31
El cigarro murió en los labios de Uchiha Raito.
Datsue le había dejado a cargo de la Villa. Era la segunda vez que lo hacía. Su primera ausencia había sido para reunirse en Amegakure con los dos Kages, y ahora, para proteger a los uzujines en una misión de reconquista. Le había dejado a él para proteger a la aldea, y ahora...
La villa sangraba, emanaba una hemorragia fatal de su corazón.
Tenía que haberlo previsto. ¡Tenía que haber impedido pasar a aquel hombre! La bomba hubiese acabado con la mitad de las vidas. Hubiese sido una tragedia igual, pero...
¿Estaría Yume viva? ¿Estaría el equipo 4? ¿Y Uzumaki Kiyomi?
Se tambaleó, de pronto consciente de las consecuencias de aquella explosión. Pero no podía permitirse derrumbarse. No todavía. Se acercó al puesto de vigilancia y descolgó el teléfono.
—Avisad a todas las unidades, cancelad la evacuación. Salvad a cuantos podáis de la explosión. El peligro ha pasado... por el momento.
Miró a Hanabi. Miró de nuevo a la columna de humo que emanaba del centro de la Villa. Se acordó entonces, tenía una última cosa que hacer : avisar a Datsue.
Activó el sello, abrió la boca...
... y las palabras murieron en su garganta, interrumpidos por un sollozo mudo. Fue un llanto torpe. No era de extrañar: se había olvidado de cómo se lloraba hacía mucho tiempo.
Datsue le había dejado a cargo de la Villa. Era la segunda vez que lo hacía. Su primera ausencia había sido para reunirse en Amegakure con los dos Kages, y ahora, para proteger a los uzujines en una misión de reconquista. Le había dejado a él para proteger a la aldea, y ahora...
La villa sangraba, emanaba una hemorragia fatal de su corazón.
Tenía que haberlo previsto. ¡Tenía que haber impedido pasar a aquel hombre! La bomba hubiese acabado con la mitad de las vidas. Hubiese sido una tragedia igual, pero...
¿Estaría Yume viva? ¿Estaría el equipo 4? ¿Y Uzumaki Kiyomi?
Se tambaleó, de pronto consciente de las consecuencias de aquella explosión. Pero no podía permitirse derrumbarse. No todavía. Se acercó al puesto de vigilancia y descolgó el teléfono.
—Avisad a todas las unidades, cancelad la evacuación. Salvad a cuantos podáis de la explosión. El peligro ha pasado... por el momento.
Miró a Hanabi. Miró de nuevo a la columna de humo que emanaba del centro de la Villa. Se acordó entonces, tenía una última cosa que hacer : avisar a Datsue.
Activó el sello, abrió la boca...
... y las palabras murieron en su garganta, interrumpidos por un sollozo mudo. Fue un llanto torpe. No era de extrañar: se había olvidado de cómo se lloraba hacía mucho tiempo.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado