28/02/2016, 16:50
(Última modificación: 28/02/2016, 16:54 por Inuzuka Nabi.)
En cuanto se guardó la esfera en el portaobjetos, pudo ver brevemente el chakra de la peliazul cargandose en su brazo.
Ahora si que se va a liar.
Eri golpeó el suelo con su enorme y bestial fuerza, lo cual hizo que toda la superficie se estremeciera a excepción del circulo central y donde estaba la peliazul, al parecer esos dos sitios debajo tenian solidos pilares, aunque el de Eri estaba empezando a resquebrajarse del Okasho que habia recibido, pero aún parecia aguantar. El golpe hizo que el suelo en si mismo empezara a venirse abajo, las partes más debiles cayeron al momento, mientras la fuerza del golpe se abria paso dejando el suelo lleno de roturas.
Las brechas dejaron ver que el suelo que pisaban no era demasiado grueso, apenas a unos metros de profundidad desaparecia la tierra y parecia haber algún tipo de estancia antigua. Pero la cosa no acabó allí, la única luz artificial de la estancia, la lampara de Karamaru, habia caido a aquella extraña habitación, siendo él el unico que pudo ver con claridad lo descrito sobre la misma. El fuego pareció apagarse al impactar contra la dura superficie inferior, pero apenas un instante despues renació con mucha más fuerza, cubriendo todo el suelo de la estancia oculta bajo sus pies.
Al parecer, durante los años que habia pasado bajo tierra, algún tipo de sustancia de facil inflamación fue filtrandose en el lugar, llegando a cubrir las partes más bajas del mismo. De las brechas aparecia una fuerte luz que dejaba la oscuridad en un segundo plano. Lo más llamativo que verian todos seria el cuerpo del shinobi de Ame descabezado con Kazuma al lado, con la katana fuera. No hacia falta ser adivino para saber qué habia pasado.
Tengo que confiar en él. En ellos, por algo habran iniciado este enfrentamiento.
Hizo una respiracion profunda para asimilar lo que acababa de pasar. Eri se habia cargado el suelo, de alguna forma, se habia encendido un fuego bajo sus pies, así que quedarte sin suelo bajo los pies aseguraba heridas graves, sino la muerte. A eso habia que añadirle que estaban rodeados de todo tipo de shinobis, esperaba que los de Uzu se lo pensaran dos veces antes de lanzarse a por Kazuma aunque conocieran al gennin azulado, pero habia que prevenirse de los de Ame y los de Taki. Si lo que habia pasado llegaba a los oidos de algún kage... La guerra era el menor de sus problemas, que los matara Shiona era el principal problema.
Levantó la mirada aprovechando la nueva luz, vivos y andantes habia pocos, eso le relajó. Y habia mucha más gente de Uzu que de ninguna otra villa, tenian la sarten por el mango.
Dos de Taki y uno de Ame conscientes. Y somos cinco de Uzushiogakure.
El techo se desmoronaba y cada trozo de piedra que caia se llevaba un cacho de suelo al fuego. Su posición era la mejor de todas, el suelo era solido y resistente y no habia cupula que pudiera caerle encima.
¡Venid todos aqui! ¡Es el sitio más seguro!
Lejos de ser un acto altruista, lo mejor era tener a sus enemigos cerca, si veia a alguno intentar escaquearse no le quedaria otra que asegurarse que no saliera de aquella cupula. La única kage que tenia que saber lo que habia pasado alli, era Shiona.
Esperaba que sus compañeros reaccionaran a su llamada, y si los extranjeros desconfiaban de él y no venian, la cupula y el infierno se ocuparian de ellos.
Ahora si que se va a liar.
Eri golpeó el suelo con su enorme y bestial fuerza, lo cual hizo que toda la superficie se estremeciera a excepción del circulo central y donde estaba la peliazul, al parecer esos dos sitios debajo tenian solidos pilares, aunque el de Eri estaba empezando a resquebrajarse del Okasho que habia recibido, pero aún parecia aguantar. El golpe hizo que el suelo en si mismo empezara a venirse abajo, las partes más debiles cayeron al momento, mientras la fuerza del golpe se abria paso dejando el suelo lleno de roturas.
Las brechas dejaron ver que el suelo que pisaban no era demasiado grueso, apenas a unos metros de profundidad desaparecia la tierra y parecia haber algún tipo de estancia antigua. Pero la cosa no acabó allí, la única luz artificial de la estancia, la lampara de Karamaru, habia caido a aquella extraña habitación, siendo él el unico que pudo ver con claridad lo descrito sobre la misma. El fuego pareció apagarse al impactar contra la dura superficie inferior, pero apenas un instante despues renació con mucha más fuerza, cubriendo todo el suelo de la estancia oculta bajo sus pies.
Al parecer, durante los años que habia pasado bajo tierra, algún tipo de sustancia de facil inflamación fue filtrandose en el lugar, llegando a cubrir las partes más bajas del mismo. De las brechas aparecia una fuerte luz que dejaba la oscuridad en un segundo plano. Lo más llamativo que verian todos seria el cuerpo del shinobi de Ame descabezado con Kazuma al lado, con la katana fuera. No hacia falta ser adivino para saber qué habia pasado.
Tengo que confiar en él. En ellos, por algo habran iniciado este enfrentamiento.
Hizo una respiracion profunda para asimilar lo que acababa de pasar. Eri se habia cargado el suelo, de alguna forma, se habia encendido un fuego bajo sus pies, así que quedarte sin suelo bajo los pies aseguraba heridas graves, sino la muerte. A eso habia que añadirle que estaban rodeados de todo tipo de shinobis, esperaba que los de Uzu se lo pensaran dos veces antes de lanzarse a por Kazuma aunque conocieran al gennin azulado, pero habia que prevenirse de los de Ame y los de Taki. Si lo que habia pasado llegaba a los oidos de algún kage... La guerra era el menor de sus problemas, que los matara Shiona era el principal problema.
Levantó la mirada aprovechando la nueva luz, vivos y andantes habia pocos, eso le relajó. Y habia mucha más gente de Uzu que de ninguna otra villa, tenian la sarten por el mango.
Dos de Taki y uno de Ame conscientes. Y somos cinco de Uzushiogakure.
El techo se desmoronaba y cada trozo de piedra que caia se llevaba un cacho de suelo al fuego. Su posición era la mejor de todas, el suelo era solido y resistente y no habia cupula que pudiera caerle encima.
¡Venid todos aqui! ¡Es el sitio más seguro!
Lejos de ser un acto altruista, lo mejor era tener a sus enemigos cerca, si veia a alguno intentar escaquearse no le quedaria otra que asegurarse que no saliera de aquella cupula. La única kage que tenia que saber lo que habia pasado alli, era Shiona.
Esperaba que sus compañeros reaccionaran a su llamada, y si los extranjeros desconfiaban de él y no venian, la cupula y el infierno se ocuparian de ellos.
—Nabi—