3/03/2016, 20:06
¿Gente matándose a unos metros? Da igual, la gema tenía prioridad y tenerla en el estómago no era nada lindo, menos a sabiendas de lo que le había pasado al Uchiha tras completar su gema. ~ ¿Así es como me moriré? ~ Un final nada interesante y hasta aburrido, morir por una dichosa gema que se tragó por accidente.
Luego de haberse vomitado su cena y varias arcadas de por medio, además de la asfixia por una bendita gema que se negaba a salir, logró sacarla, en una asquerosa masa viscosa mezcla de ramen y jugos gástricos. En otras palabras una porquería pero que iba a necesitar lo quiera o no.
—¡Ritsuko! —rugió—. ¡Aquí!
Escuchó a la distancia, una voz sin lugar a dudas conocida pero de la que nunca se esperó señales ni nada por el estilo. Pero tenía toda la razón, si no se movía de allí la tierra se la tragaría literalmente y como cualquiera de los allí presentes la pelirroja quería vivir. Sin tomarse más tiempo del que tardó en regurgitar el fragmento del zafiro la chica emprendió la carrera hacia donde se encontraba su compañero.
La tierra seguía fragmentándose y todo dentro de la cúpula comenzaba a iluminarse a causa del fuego subterráneo, siendo así la carrera de la chica se complicaba más y más. - ¿Cómo mierda pasó...? - Se preguntó a si misma mientras eludía las grietas a base de saltos o rodeos en algunos casos y finalmente cuando estaba a muy poco la tierra se desmoronó bajo los pies de la pelirroja.
Lejos de detenerse, Ritsuko dio un salto con la intención de agarrarse del borde de la plataforma del centro de la cúpula al cual no llegó, pero si que logró pegarse al muro como lapa. Fue allí cuando la chica aprovechó para mirar detrás y ver con más detalle donde se había metido. En palabras sencillas, el infierno. ~ Mierda… ~ Pensó la chica al ver como aquello caía. - Luego te compras otra, no seas suicida. - Le espetó su madre en lo que ambas observaban como la gabardina se iba al garete.
- Datsue… ¿Cómo mierda pasó esto...? - Consultó mientras subía por el lateral de la plataforma hasta llegar a donde estaba todo mundo y donde en teoría podría relajarse al menos unos segundos ya que la tierra allí no se hundía ni fragmentaba. El zafiro lo tenía atrapado en su diestra, nada de la misma estaba visible aunque sin gabardina ni máscara el colgante que Reiji le había regalado estaría totalmente expuesto. ~ Ahora… ¿Quién tiene mi gema...? ~
Luego de haberse vomitado su cena y varias arcadas de por medio, además de la asfixia por una bendita gema que se negaba a salir, logró sacarla, en una asquerosa masa viscosa mezcla de ramen y jugos gástricos. En otras palabras una porquería pero que iba a necesitar lo quiera o no.
—¡Ritsuko! —rugió—. ¡Aquí!
Escuchó a la distancia, una voz sin lugar a dudas conocida pero de la que nunca se esperó señales ni nada por el estilo. Pero tenía toda la razón, si no se movía de allí la tierra se la tragaría literalmente y como cualquiera de los allí presentes la pelirroja quería vivir. Sin tomarse más tiempo del que tardó en regurgitar el fragmento del zafiro la chica emprendió la carrera hacia donde se encontraba su compañero.
La tierra seguía fragmentándose y todo dentro de la cúpula comenzaba a iluminarse a causa del fuego subterráneo, siendo así la carrera de la chica se complicaba más y más. - ¿Cómo mierda pasó...? - Se preguntó a si misma mientras eludía las grietas a base de saltos o rodeos en algunos casos y finalmente cuando estaba a muy poco la tierra se desmoronó bajo los pies de la pelirroja.
Lejos de detenerse, Ritsuko dio un salto con la intención de agarrarse del borde de la plataforma del centro de la cúpula al cual no llegó, pero si que logró pegarse al muro como lapa. Fue allí cuando la chica aprovechó para mirar detrás y ver con más detalle donde se había metido. En palabras sencillas, el infierno. ~ Mierda… ~ Pensó la chica al ver como aquello caía. - Luego te compras otra, no seas suicida. - Le espetó su madre en lo que ambas observaban como la gabardina se iba al garete.
- Datsue… ¿Cómo mierda pasó esto...? - Consultó mientras subía por el lateral de la plataforma hasta llegar a donde estaba todo mundo y donde en teoría podría relajarse al menos unos segundos ya que la tierra allí no se hundía ni fragmentaba. El zafiro lo tenía atrapado en su diestra, nada de la misma estaba visible aunque sin gabardina ni máscara el colgante que Reiji le había regalado estaría totalmente expuesto. ~ Ahora… ¿Quién tiene mi gema...? ~