6/03/2016, 13:57
*Maldito gilipollas malnacido. Qué te jodan*
Ya ni quería escuchar al gilipollas de Takigakure, que se fueran él y su puto ego bien lejos o le acabaría dando una buena hostia merecida, ¿Tanto le costaba ver que solo quería ayudarle para salir vivos de allí? Sin embargo no hacía más que escupirme en la cara. Volví a cargar con Mitsuki cuando el rubio dio la voz de alarma, indicando que fuéramos a la zona que, sorpresivamente, no había resultado maltrecha por los derrumbes de la técnica de Eri. era realmente particular que aquella zona y solo aquella zona se mantuviese en pie, ajena a todo lo que estaba sucediese, como si un aura divina la protegiese.
Instantes después mis ojos se centraron en el tipo de la katana, el de cabellos blancos y bandana de la aldea. El muy necio había saltado prácticamente al vacío. Su salto no le permitiría llegar a tocar tierra y acabaría derritiéndose en el fuego subterráneo que aguardaba hambriento bajo los pedazos de suelo intactos. Una telaraña voló hasta él clavándose en su cuerpo.
-¡Cógela!- le advertí.
El hilo pegajoso capturó la mano que no estaba armada y en ese momento tiré con fuerza para hacerlo volar a tierra firme, no muy lejos de la zona donde Kaido estaba llevando su estratagema. Desde luego no sabía valorar las situaciones, seguramente presa del pánico de la situación, totalmente superado por la adversidad.
*Bien, ahora hay que poner a salvo a Mitsuki*
Y eso es lo que iba a hacer, debía dejarla en la zona segura. Corrí tanto como pude para llegar en el menor tiempo posible y la acabaría dejando recostada allí mismo.
*Aquí estarás a salvo, por ahora..*
Me voltee para ver como llevaba la situación Eri. Ante él estaba el recién ayudado Kazuma, por detrás la zona segura donde estaba al lado del rubio y del moreno del látigo. Había que aprovechar la situación y hacer efectiva la superioridad númerica. Pero gracias a la escaramuza de Yachi sabía cual era el punto fuerte del tipo. Podía licuarse y si le atacabamos de bien seguro que sacaría a relucir su habilidad, por lo que probablemente el golpe que debería ser para él acabase siendo para la maltrecha kunoichi del remolino.
-¿Qué cojones está haciendo el gilipollas este?- les pregunté a mis camaradas -¿En serio cree que puede ganarnos a los cinco? Puto inconsciente-
Chasquee la lengua.
-Puede transformar su cuerpo en agua, hay que ir con cuidado con ese cabrón-
La información lo era todo en los tiempos que corrían y era importante que los dos que estaban a mi lado y podían oírme estuviesen al tanto.
Ya ni quería escuchar al gilipollas de Takigakure, que se fueran él y su puto ego bien lejos o le acabaría dando una buena hostia merecida, ¿Tanto le costaba ver que solo quería ayudarle para salir vivos de allí? Sin embargo no hacía más que escupirme en la cara. Volví a cargar con Mitsuki cuando el rubio dio la voz de alarma, indicando que fuéramos a la zona que, sorpresivamente, no había resultado maltrecha por los derrumbes de la técnica de Eri. era realmente particular que aquella zona y solo aquella zona se mantuviese en pie, ajena a todo lo que estaba sucediese, como si un aura divina la protegiese.
Instantes después mis ojos se centraron en el tipo de la katana, el de cabellos blancos y bandana de la aldea. El muy necio había saltado prácticamente al vacío. Su salto no le permitiría llegar a tocar tierra y acabaría derritiéndose en el fuego subterráneo que aguardaba hambriento bajo los pedazos de suelo intactos. Una telaraña voló hasta él clavándose en su cuerpo.
-¡Cógela!- le advertí.
El hilo pegajoso capturó la mano que no estaba armada y en ese momento tiré con fuerza para hacerlo volar a tierra firme, no muy lejos de la zona donde Kaido estaba llevando su estratagema. Desde luego no sabía valorar las situaciones, seguramente presa del pánico de la situación, totalmente superado por la adversidad.
*Bien, ahora hay que poner a salvo a Mitsuki*
Y eso es lo que iba a hacer, debía dejarla en la zona segura. Corrí tanto como pude para llegar en el menor tiempo posible y la acabaría dejando recostada allí mismo.
*Aquí estarás a salvo, por ahora..*
Me voltee para ver como llevaba la situación Eri. Ante él estaba el recién ayudado Kazuma, por detrás la zona segura donde estaba al lado del rubio y del moreno del látigo. Había que aprovechar la situación y hacer efectiva la superioridad númerica. Pero gracias a la escaramuza de Yachi sabía cual era el punto fuerte del tipo. Podía licuarse y si le atacabamos de bien seguro que sacaría a relucir su habilidad, por lo que probablemente el golpe que debería ser para él acabase siendo para la maltrecha kunoichi del remolino.
-¿Qué cojones está haciendo el gilipollas este?- les pregunté a mis camaradas -¿En serio cree que puede ganarnos a los cinco? Puto inconsciente-
Chasquee la lengua.
-Puede transformar su cuerpo en agua, hay que ir con cuidado con ese cabrón-
La información lo era todo en los tiempos que corrían y era importante que los dos que estaban a mi lado y podían oírme estuviesen al tanto.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa