3/06/2020, 23:14
Datsue se detuvo a mitad de camino.
—¿Oyes esa canción sonando de fondo?
El samurái que le acompañaba debió mirarle con cara extraña. Allí abajo, a las puertas inferiores del estadio que conducían al enorme ring circular, no se oía nada. Si acaso, el jolgorio del público. Si acaso, los aplausos que concedían al que sería su adversario. Pero no, Datsue no se refería a ese tipo de música. No, él mencionaba una que solo se podía oír dentro de su cabeza. Tampoco se lo preguntaba al samurái, sino a Shukaku. Al Gran Shukaku.
—Es la canción de la Victoria, Padre.
«JIA JIA JIA. ¿Acaso ya te das por vencedor?»
Datsue asintió.
—Lo soy —dijo, y no había arrogancia ni presunción en su voz, sino mero convencimiento—. He vencido a Daigo. He machacado a Etsu. Apuesto a que Reiji ha hecho lo propio con los suyos. El mundo ha visto de qué pasta están los kusareños y su despreciable Kage. Esa es mi victoria. Y, ahora…
»Ahora solo queda divertirnos.
• • •
El estruendo recibió a Datsue con tanta fuerza que se le puso la piel de gallina. Alzó el puño, orgulloso, a los aplausos, y envió besos al aire a quienes le abucheaban. Sonriente, llegó hasta el centro del ring, donde sus ojos carmesíes encontraron a un Daruu empapado en agua.
—¿Miedo a quemarte?
Sonrió, y, por primera vez en aquel torneo…
… realizó el sello de Confrontación.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado