27/06/2020, 19:46
Ese algo era Uchiha Zaide.
Ese algo era una triqueta negra bañada en un mar rojo que parecía desbordarse de la emoción. En el ojo derecho. El único al que le quedaba algo de luz. Cuando Uchiha Zaide aterrizó con la gracilidad de un felino en el centro del tatami, una pluma de franjas negras y grises se sostuvo por un instante eterno frente a su mirada.
Miró hacia arriba y guiñó un ojo, agradecido, al águila que le había transportado. Luego observó, como un niño recién llegado a un parque de atracciones, sus alrededores. Los dos combatientes de la gran final. El público en la grada. Los Kages. Los Señores Feudales. Todos habían venido a presenciar el espectáculo. Oh, y qué espectáculo.
Tomó aire e hinchó el pecho.
—¡¡¡LAMENTO LLEGAR TARDE A LA FIESTA!!!
Y entonces vació los pulmones en el cuerno de guerra que llevaba atado con un cordel al cuello. Y entonces rio. Y entonces supo que ya no había vuelta atrás. El tablero reposaba sobre la mesa; las piezas estaban colocadas.
Había llegado el momento.
Hacer historia o morir.
Ese algo era una triqueta negra bañada en un mar rojo que parecía desbordarse de la emoción. En el ojo derecho. El único al que le quedaba algo de luz. Cuando Uchiha Zaide aterrizó con la gracilidad de un felino en el centro del tatami, una pluma de franjas negras y grises se sostuvo por un instante eterno frente a su mirada.
Miró hacia arriba y guiñó un ojo, agradecido, al águila que le había transportado. Luego observó, como un niño recién llegado a un parque de atracciones, sus alrededores. Los dos combatientes de la gran final. El público en la grada. Los Kages. Los Señores Feudales. Todos habían venido a presenciar el espectáculo. Oh, y qué espectáculo.
Tomó aire e hinchó el pecho.
—¡¡¡LAMENTO LLEGAR TARDE A LA FIESTA!!!
Y entonces vació los pulmones en el cuerno de guerra que llevaba atado con un cordel al cuello. Y entonces rio. Y entonces supo que ya no había vuelta atrás. El tablero reposaba sobre la mesa; las piezas estaban colocadas.
Había llegado el momento.
Hacer historia o morir.