27/06/2020, 23:52
(Última modificación: 28/06/2020, 00:10 por Sasaki Reiji. Editado 1 vez en total.)
Al parecer, el final de mi combate había dado paso a las rondas de la división superior. La parte mala es que no podría verlos todos, pero si curaban los huesos de mi nariz y mandíbula rápido, llegaría a la final.
Y así fue, la ventaja de haberme convertido en ganador es que me habían dejado un sitio increíble en el palco para ver la final. Se veía todo, era espectacular. Yuuna y mi familia me habían visitado en el hospital, y en ese momento, se encontraban en el pueblo buscando un buen sitio para celebrar mi victoria. Y mi madre pensaba encontrar el mejor sitio para ello, por una vez, sin escatimar en los costes.
La final se había desarrollado de forma espectacular. Daruu y Datsue habían ido con todo, y ahora podía entenderá a los espectadores del combate de Eri y Ayame. La niebla era una jodienda que estropeaba el maravilloso intercambio de golpes.
Al final, ganó Daruu. Por una parte, era una verdadera lástima, podía haber sido glorioso para Uzu llevarse los dos primeros premios. Por otra parte, Daruu era un gran ninja, y la victoria había sido merecidísima. Lo que si era un alivio era una cosa: Había ganado la alianza. Ojala poder ver a kintsugi con una pataleta.
Pero había algo más. Había algo sospechoso. Justo cuándo el público se levantaba para aplaudir, algo cayó del cielo. Y no solo eso, un anbu al que no había visto llegar, se escaqueo de forma muy sospechosa cuando varias figuras aparecieron en el ring. Ninga conocida excepto una: Uchiha Akame. Ese traidor desgraciado.
Me preocupe por varias cosas, ya que Yuuna estaba a salvo con mis padres, y mis padres a salvo con Yuuna. Ella era mucho mas fuerte que yo, y diría que peleaba al nivel de Daruu y Datsue, pero se contenía cuando peleaba conmigo.
Así que lo que me preocupaban eran cuatro cosas. Datsue, Ayame, Hanabi y el anbu sospechoso. No eran gente de Kurama pero... ¿Y si venían a por los jinchuriki? Estaban hechos polvo por sus combates. O... ¿Y si venían a por los Kages?
Había una cosa clara: En mi estado, con la cara vendada como una momia por las patadas de Ranko, y malherido por mi combate, no estaba al nivel de pelear contra un Jounin que había sobrevivido a la muerte, y tampoco, de perseguir a un Anbu, que seguro estaba al cien por cien, y era capaz de acabar con mi vida.
Sin embargo, había algo que alguien como yo, en mi estado, si podía hacer: Informar de que, podria ser que lo del estadio, solo fuese una distracción, y lo gordo de verdad, iba a pasar en el interior de los Dojos.
Quizás, incluso, podía intentar poner a salvo a los señores feudales, pero eso, mas tarde. Primero informar.
Por eso, y ya que estaba bastante cerca, corrí a la posición de los Kages para informarlos. Una vez allí, y habíendo gastado todos mis esfuerzos en alcanzar el lugar lo mas rapido posible, les informaria.
—¡Hanabi-sama! —No había tiempo para muchas mas formalidades, y en realidad me dolía bastante la mandíbula todavía. Así que tendría que ser claro, conciso y rápido. —!He visto a alguien bastante sospecho adentrarse en los pasillos, utilizaba una mascara de anbu, quizás lo del estadio sea solo una distracción! —O quizás... era otra cosa peor—O puede que busquen a Ayame-san.
Había una cosa buena: El enemigo conocía a Datsue y Ayame, pero seguro que no esperaban un tercer bijuu, aunque solo fuese en parte. Este poder estaba para caso extremos, y éste, era uno de ellos.
Y así fue, la ventaja de haberme convertido en ganador es que me habían dejado un sitio increíble en el palco para ver la final. Se veía todo, era espectacular. Yuuna y mi familia me habían visitado en el hospital, y en ese momento, se encontraban en el pueblo buscando un buen sitio para celebrar mi victoria. Y mi madre pensaba encontrar el mejor sitio para ello, por una vez, sin escatimar en los costes.
La final se había desarrollado de forma espectacular. Daruu y Datsue habían ido con todo, y ahora podía entenderá a los espectadores del combate de Eri y Ayame. La niebla era una jodienda que estropeaba el maravilloso intercambio de golpes.
Al final, ganó Daruu. Por una parte, era una verdadera lástima, podía haber sido glorioso para Uzu llevarse los dos primeros premios. Por otra parte, Daruu era un gran ninja, y la victoria había sido merecidísima. Lo que si era un alivio era una cosa: Había ganado la alianza. Ojala poder ver a kintsugi con una pataleta.
Pero había algo más. Había algo sospechoso. Justo cuándo el público se levantaba para aplaudir, algo cayó del cielo. Y no solo eso, un anbu al que no había visto llegar, se escaqueo de forma muy sospechosa cuando varias figuras aparecieron en el ring. Ninga conocida excepto una: Uchiha Akame. Ese traidor desgraciado.
Me preocupe por varias cosas, ya que Yuuna estaba a salvo con mis padres, y mis padres a salvo con Yuuna. Ella era mucho mas fuerte que yo, y diría que peleaba al nivel de Daruu y Datsue, pero se contenía cuando peleaba conmigo.
Así que lo que me preocupaban eran cuatro cosas. Datsue, Ayame, Hanabi y el anbu sospechoso. No eran gente de Kurama pero... ¿Y si venían a por los jinchuriki? Estaban hechos polvo por sus combates. O... ¿Y si venían a por los Kages?
Había una cosa clara: En mi estado, con la cara vendada como una momia por las patadas de Ranko, y malherido por mi combate, no estaba al nivel de pelear contra un Jounin que había sobrevivido a la muerte, y tampoco, de perseguir a un Anbu, que seguro estaba al cien por cien, y era capaz de acabar con mi vida.
Sin embargo, había algo que alguien como yo, en mi estado, si podía hacer: Informar de que, podria ser que lo del estadio, solo fuese una distracción, y lo gordo de verdad, iba a pasar en el interior de los Dojos.
Quizás, incluso, podía intentar poner a salvo a los señores feudales, pero eso, mas tarde. Primero informar.
Por eso, y ya que estaba bastante cerca, corrí a la posición de los Kages para informarlos. Una vez allí, y habíendo gastado todos mis esfuerzos en alcanzar el lugar lo mas rapido posible, les informaria.
—¡Hanabi-sama! —No había tiempo para muchas mas formalidades, y en realidad me dolía bastante la mandíbula todavía. Así que tendría que ser claro, conciso y rápido. —!He visto a alguien bastante sospecho adentrarse en los pasillos, utilizaba una mascara de anbu, quizás lo del estadio sea solo una distracción! —O quizás... era otra cosa peor—O puede que busquen a Ayame-san.
Había una cosa buena: El enemigo conocía a Datsue y Ayame, pero seguro que no esperaban un tercer bijuu, aunque solo fuese en parte. Este poder estaba para caso extremos, y éste, era uno de ellos.