5/07/2020, 12:36
Lo supo. Hanabi lo supo. Como cuando luchó con Uchiha Datsue y fue con todo, su emoción por la batalla, por romper las cadenas del monstruo que llevaba dentro, podía costarle caro. En aquella ocasión, fueron los Generales de Kurama los que amenazaron con arrebatarle la vida. Y en esta...
...fue uno de sus antiguos subordinados. Uno en quien confiaba más que en ningún otro, más incluso que en su declarado nuevo sucesor. Hasta que fue traicionado.
«Algo no va bien.»
Muchos habían constatado esta funesta afirmación aquél día, pero aquella vez el peligro era más inmediato. Hanabi no supo exactamente qué, pero el aire a su alrededor vibraba de una forma peligrosa. ¿Fue por instinto por lo que decidió apartarse? ¿O fue aquella extraña ondulación?
Sea como fuere, tan sólo consiguió evitar males mayores. Como quien estruja un trapo para quitarle todo el agua, el aire alrededor de la parte externa de su brazo se retorció y desgarró piel y carne, arrancando y triturando de cuajo un trozo considerable del pobre Uzukage, quien gimió, apartándose y cayendo al suelo de mala manera, herido, con un grito desgarrador de dolor.
Sangraba. Sangraba mucho. Se sintió muy débil, muy pequeño. Y entonces recordó el destino de sus antecesores. Y supo que el suyo estaba a punto de alinearse con ellos.
Pero...
«Larga vida a Uzushiogakure no Sato.»
Hanabi sonrió, porque su legado estaba a salvo y en las mejores manos. Una bala de cañón de agua se dirigió hacia él, buscando poner fin a una parte de la historia de la aldea. Una vez más.
...fue uno de sus antiguos subordinados. Uno en quien confiaba más que en ningún otro, más incluso que en su declarado nuevo sucesor. Hasta que fue traicionado.
«Algo no va bien.»
Muchos habían constatado esta funesta afirmación aquél día, pero aquella vez el peligro era más inmediato. Hanabi no supo exactamente qué, pero el aire a su alrededor vibraba de una forma peligrosa. ¿Fue por instinto por lo que decidió apartarse? ¿O fue aquella extraña ondulación?
Sea como fuere, tan sólo consiguió evitar males mayores. Como quien estruja un trapo para quitarle todo el agua, el aire alrededor de la parte externa de su brazo se retorció y desgarró piel y carne, arrancando y triturando de cuajo un trozo considerable del pobre Uzukage, quien gimió, apartándose y cayendo al suelo de mala manera, herido, con un grito desgarrador de dolor.
Sangraba. Sangraba mucho. Se sintió muy débil, muy pequeño. Y entonces recordó el destino de sus antecesores. Y supo que el suyo estaba a punto de alinearse con ellos.
Pero...
«Larga vida a Uzushiogakure no Sato.»
Hanabi sonrió, porque su legado estaba a salvo y en las mejores manos. Una bala de cañón de agua se dirigió hacia él, buscando poner fin a una parte de la historia de la aldea. Una vez más.