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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#57



Muéstrate débil cuando seas fuerte, y muéstrate fuerte cuando seas débil. La sabiduría de Akame resonó en su cabeza como esa antigua canción de verano que tan buenos recuerdos trae. El menor de los Uchihas había aprendido varias cosas de él —incluyendo cierto pacto con las serpientes—, pero no se podía decir que el beneficio no había sido mutuo.

«Ahora o nunca», pensó, cuando Yui desapareció del rango de su visión. Por un momento, había creído que todo se iba a ir a la mierda. Que volvería a fracasar. Que se quedarían a medias con el plan. Pero por una vez el mundo le sonreía y le decía: ahí lo tienes, vía libre para cambiar la historia.

La única pega era que le habían disparado en el centro del pecho. Una putada, ¿huh? Para la mayoría eso significaba también el último de los problemas. Claro que él se llamaba como se llamaba. Zaide…





el que no se muere.

La triqueta negra giró sobre sí misma como un molino en un río de sangre, convirtiendo aquella herida mortal, la propia sangre que manchaba sus ropas y la parálisis en un sueño del pasado. ¿Izanagi? Oh, no, no. No se trataba de convertir la realidad en ilusión, se trataba de que él era la ilusión. La máxima expresión de lo que significaba ser un Uchiha. El poder de un ojo que el mismísimo Ryū había tratado de poseer.

Silbó al ver un gigantesco muro alzándose frente a Akame y él mismo. No fue un silbido de admiración o asombro, sino de llamada.

«Es la hora».

La hora de hacer historia. De cambiar su curso. La anterior llamada fue correspondida con un chillido. Viento Blanco jamás le había dejado tirado, y no iba a empezar a hacerlo aquel día. Los pies de Zaide desaparecieron del ring para saltar sobre el águila harpía, que batió las alas para elevarse más y más alto.

Dime que no has perdido a tu presa de vista, amigo.

¡No mientras tenga ojos!



¡¡¡BOOOOOOOOAAAAAAAMMMM!!!



Casi les pilla de improviso. Dos enormes explosiones al unísono. Una, tan destructiva que envolvió en llamas uno de los laterales del estadio, en su parte exterior, y que levantó una montaña de humo negro. La otra, en el lado opuesto, un gigantesco tornado que reventó techo, paredes y parte de la estructura del estadio. Un ataque que había ido de dentro hacia afuera, tan colosal que debía medir cuarenta metros de diámetro.

Y ahora su mano, envuelta en el rayo más poderoso que la humanidad había visto jamás, para dar el golpe final. Aquel Kirin iba dedicado a alguien muy concreto. A ese y a nadie más.

Uchiha Zaide se dejó caer al vacío, y apuntó con un dedo...




........¿A quién?
.....¿A quién?
......................................................................¿¡A quién!?
....................¿¡A QUIÉN!?
.............................................¿¡A QUIÉN!?
..........................................................................................................¿A HANABI?
.................................... ¿A KINTSUGI?

.....¿¡A YUI!?






A la mayor lacra que Ōnindo había tenido nunca. Al cáncer que había ido matando el continente, muy poquito a poco, sin que nadie se diese cuenta. Uno de esos tumores era Amekoro, pero no Yui. Tenía sangre de la Arashikage, mas sobre su cabeza había un sombrero distinto. Ese alguien era…




¡¡¡Zzzzzzssssssssssssssssssttttt!!!




… el Señor Feudal de la Tormenta.

Hacer historia...

... y derrocar el feudalismo.




- PV:

165/270


- CK:

93/440

-30
-120

*MS activado*
2 Acciones Ocultas Reveladas: Lanzar un rayo al cielo para atraer las nubes (Kirin). Uchiha Zaide no es más que una ilusión producto de su Mangekyō, el Dios de la Conquista.

Fuerza 60 · Resistencia 40 · Aguante 60 · Agilidad 60 · Destreza 100* Poder 100 · Inteligencia 70 · Carisma 100 · Voluntad 80 · Percepción 80*

Kawarimi:
2/8


—Técnicas: Kirin, Takamimusuhi-no-Kami
—Daños: 200 PV
—Explicaciones:


¤ Takamimusuhi-no-Kami
¤ Dios de la Conquista
- Tipo: Apoyo
- Rango: S
- Requisitos: Uchiha 80, Migi no Mangekyō
- Gastos: 80 CK + X CK (impide regen. de chakra); 11 CK (desmaterializarse); 30 CK (recuperar estado original)
- Daños: -
- Efectos adicionales:
  • Crea una copia de sí mismo con X CK
  • El efecto de desmaterializarse solo puede ser usado una vez cada 8 turnos
  • El efecto de recuperar el estado original solo puede ser usado una vez cada 5 turnos
- Sellos: Sello especial (mantenido)
- Velocidad: Lenta (creación), instantánea (desmaterializarse), rápida (recuperar estado original)
- Alcance y dimensiones: (ver descripción)
Para la ejecución de esta técnica, Zaide necesita verse reflejado a sí mismo (en un espejo o en la superficie de un lago, por ejemplo). Después, manteniendo un sello especial que le ayuda a concentrar el chakra, es capaz mediante su Mangekyō de convertir dicho reflejo en una realidad de carne y hueso, distorsionando la realidad.

Este reflejo es una copia perfecta de sí mismo, si bien no replica armas de ningún tipo (es posible pasarle armas). Zaide es capaz de ver a través de sus ojos, e incluso controlarle por completo. Para ello, eso sí, deberá permanecer inmóvil y concentrado, con el ojo izquierdo cerrado. La conexión que existe entre ellos es tan profunda que cualquier daño recibido por la copia se verá traducido en la resta de los consecuentes PV al real debido al daño psicosomático que padece (pudiendo incluso llegar a dejarle inconsciente o provocarle la muerte). Además, la copia puede sufrir de hemorragias, desmembramientos o incluso heridas mortales. Sin embargo, esto no implica la muerte del reflejo, pues Zaide es capaz de hacer que la copia vuelva a recuperar su estado original (esto en ningún caso conlleva recuperación de PV).

Esta copia solo podrá ejecutar técnicas con el CK pasado en el momento de su creación, sin posibilidad de regenerarlo, y no es capaz de ejecutar el Kage Bunshin ni derivados suyos.

Por unos segundos, Zaide es capaz de desactivar parcialmente la técnica para que la copia recupere su esencia de reflejo etéreo, siendo invulnerable a ataques físicos (y, por tanto, él tampoco podrá realizar ningún golpe físico).


  • Nage Ono x2 (sujeto por el cinturón, ambos laterales)
  • Portaobjetos básico (¿?/10) [costado izquierdo]
[Imagen: Uchiha-Zaide-eyes2.png]
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Mensajes en este tema
RE: [Dojos 220, 1º div, Final] Daruu vs Datsue - por Uchiha Zaide - 7/07/2020, 23:06


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