24/07/2020, 21:21
Tsk. Que él enemigo usase mis palabras en mi contra era algo que podía esperarme, pero la Morikage... bueno, en realidad si me lo esperaba, aunque quizás no en ese momentos. Sus pocas palabras hacia los bijuu estaban tan cargadas de odio que parecía que la escupía. ¿Compararlos con dragón rojo? Los bijuus se defendían evitando ser encerrados y usados como armas, Dragon rojo mataba por que si. Podía entender que odiase a chōmei, sus actos habían sido... bueno,no podía juzgarlo, yo no sabía la historia. Pero el resto de bijuus, sin contar a Kurama, no le habían hecho nada.
—Argh... Reiji. Busca un ninja médico. En cuanto pueda moverme, nos largaremos de aquí. De vuelta a casa.
Fue lo primero que dijo Hanabi cuando el enemigo se marcho. Pero... Los ninjas médicos que no hubiesen sido masacrados estarían atendiendo a los heridos. ¿Dejarían de lado a los civiles para curar al Kage? Desde luego, pero justo eso sería darle la razón a Dragon Rojo. Además, no podía dejar allí solo a Hanabi, con un ex miembro de los enemigos, no después de las palabras del que acababa de marcharse.
—Mejor le llevo hasta donde estén los médicos, puedo cargarle, no se preocupe, pero deme un minuto.
Puede que estuviera cargada de odio, y que quisiera cargarse a Datsue y Ayame, y probablemente ahora a mi, pero hoy había ayudado, quizás por interés, quizás por que no le quedó más remedio. Pero Hanabi seguía con vida, así que me acerqué a la Morikage y con una reverencia le dedique unas palabras de agradecimiento, ademas, había una cosa que quería decirle.
—Gracias por ayudarme a salvar a Hanabi-sama. —Aunque no había estado seguro de si me ayudaría o me apuñalaria por la espalda después de la bijuudama. —Por favor, no culpe al Uzukage o Uzushiogakure por crear otro guardian, la culpa es solo mía, el Bijuu vino a mi, y yo lo acepté.
No necesitaba más explicaciones, pero ya que había exigido la reunión por mi culpa; aunque ahora seguramente también tratasen el tema de dragón rojo; que todo recayera sobre mis hombros, y no sobre los de Hanabi, que ya tenia bastantes problemas, o la villa.
Volví dónde estaba Hanabi enseguida, aunque no me había alejado tanto en realidad y me agache para ofrecerle mi espalda al uzukage.
—Suba, le llevaré hasta donde estén atendiendo a los heridos. —Y hasta uzushiogakure, si era necesario. —Tienen que verle ese brazo cuanto antes.
Entonces apareció en el estadio Daruu, el chico de amegakure, portando el sombrero de Arashikage, y se interpuso entre el chico azul y los otros dos Kages, cuya opinión, y la mía también, era mantener la cautela con el ex miembro del enemigo, que quizás, no era tan ex. Luego, aprovecho el muro de piedra de Kintsugi para dar ordenes al resto de shinobis de Amegakure que hubiese cerca y bajó para dirigirse se nuevo a los Kages.
—Hanabi-dono, Kintsugi-dono. —Si Hanabi había aceptado dejarse carga, supuse que querria escuchar al Arashikage, aunque fuese temporal, como él mismo había mencionado, así que no me movería del sitio. —. Había un General de Kurama atacando a Ayame. Es posible que Dragón Rojo y estos estuvieran colaborando.
Hasta ahí fue donde escuche. Esas palabras... Esa revelación. ¿Un general de Kurama? Y yo había usado el poder de Gyūki. Que grave error... Ahora... Quizás había condenado a un buen amigo. Tenía que avisarlo de alguna manera, pero ¿Como? Había intentado hablarle, a través de su chakra, varías veces, y ninguna había funcionado.
¿Y si Kurama lo buscaba? O peor ¿Y si lo encontraba? Puede que la Morikage se creyese que yo era el jinchuriki, pero si Kokuō habia podido sentir que no era, Kurama seguramente también. Aunque ¿Podía hacerlo a través de sus generales?
De cualquier modo, si Kurama lo encontraba y lo mataba otra vez, o peor, lo encerraba en una vasija en algún lugar remoto... Seria todo culpa mia.
—Argh... Reiji. Busca un ninja médico. En cuanto pueda moverme, nos largaremos de aquí. De vuelta a casa.
Fue lo primero que dijo Hanabi cuando el enemigo se marcho. Pero... Los ninjas médicos que no hubiesen sido masacrados estarían atendiendo a los heridos. ¿Dejarían de lado a los civiles para curar al Kage? Desde luego, pero justo eso sería darle la razón a Dragon Rojo. Además, no podía dejar allí solo a Hanabi, con un ex miembro de los enemigos, no después de las palabras del que acababa de marcharse.
—Mejor le llevo hasta donde estén los médicos, puedo cargarle, no se preocupe, pero deme un minuto.
Puede que estuviera cargada de odio, y que quisiera cargarse a Datsue y Ayame, y probablemente ahora a mi, pero hoy había ayudado, quizás por interés, quizás por que no le quedó más remedio. Pero Hanabi seguía con vida, así que me acerqué a la Morikage y con una reverencia le dedique unas palabras de agradecimiento, ademas, había una cosa que quería decirle.
—Gracias por ayudarme a salvar a Hanabi-sama. —Aunque no había estado seguro de si me ayudaría o me apuñalaria por la espalda después de la bijuudama. —Por favor, no culpe al Uzukage o Uzushiogakure por crear otro guardian, la culpa es solo mía, el Bijuu vino a mi, y yo lo acepté.
No necesitaba más explicaciones, pero ya que había exigido la reunión por mi culpa; aunque ahora seguramente también tratasen el tema de dragón rojo; que todo recayera sobre mis hombros, y no sobre los de Hanabi, que ya tenia bastantes problemas, o la villa.
Volví dónde estaba Hanabi enseguida, aunque no me había alejado tanto en realidad y me agache para ofrecerle mi espalda al uzukage.
—Suba, le llevaré hasta donde estén atendiendo a los heridos. —Y hasta uzushiogakure, si era necesario. —Tienen que verle ese brazo cuanto antes.
Entonces apareció en el estadio Daruu, el chico de amegakure, portando el sombrero de Arashikage, y se interpuso entre el chico azul y los otros dos Kages, cuya opinión, y la mía también, era mantener la cautela con el ex miembro del enemigo, que quizás, no era tan ex. Luego, aprovecho el muro de piedra de Kintsugi para dar ordenes al resto de shinobis de Amegakure que hubiese cerca y bajó para dirigirse se nuevo a los Kages.
—Hanabi-dono, Kintsugi-dono. —Si Hanabi había aceptado dejarse carga, supuse que querria escuchar al Arashikage, aunque fuese temporal, como él mismo había mencionado, así que no me movería del sitio. —. Había un General de Kurama atacando a Ayame. Es posible que Dragón Rojo y estos estuvieran colaborando.
Hasta ahí fue donde escuche. Esas palabras... Esa revelación. ¿Un general de Kurama? Y yo había usado el poder de Gyūki. Que grave error... Ahora... Quizás había condenado a un buen amigo. Tenía que avisarlo de alguna manera, pero ¿Como? Había intentado hablarle, a través de su chakra, varías veces, y ninguna había funcionado.
¿Y si Kurama lo buscaba? O peor ¿Y si lo encontraba? Puede que la Morikage se creyese que yo era el jinchuriki, pero si Kokuō habia podido sentir que no era, Kurama seguramente también. Aunque ¿Podía hacerlo a través de sus generales?
De cualquier modo, si Kurama lo encontraba y lo mataba otra vez, o peor, lo encerraba en una vasija en algún lugar remoto... Seria todo culpa mia.