Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Humo, escombros, gradas a medio derrumbarse, cenizas y polvo en el aire... Era casi imposible respirar en aquellas condiciones, era imposible ignorar el resto de alaridos, el resto de lamentos, el resto de personas muriendo sin poder hacer nada por evitarlo... Pero, entre las gradas, un hombre se afanaba arrodillado entre los restos, tratando de concentrarse pese a los llantos de la chiquilla que se encontraba junto a él.

Joder... No puedes morirte, joder... —mascullaba entre dientes.

Su rostro, perlado de sudor y con una brecha sangrante recorriendo su sien hasta la mejilla, reflejaba el destello esmeralda de sus manos, iluminadas por la Palma Mística y apoyadas en el pecho de la mujer que yacía en el suelo: Amedama Kiroe, que había resultado gravemente herida al intentar apartar a Chiiro de unos escombros que habían estado a punto de aplastarla y había sufrido su destino en su lugar. Zetsuo y Kōri se habían apresurado a apartar los cascotes que habían caído sobre ella, pero las heridas eran graves y su pulso muy débil. La mujer se encontraba en un peligroso límite entre la vida y la muerte, y el médico se estaba esforzando por arrastrarla de vuelta a su lado de la línea.

¡Despierta de una vez, pastelera! ¿Acaso crees que vas a conseguir encasquetarme a tus mocosos si te mueres? ¡Despierta, te necesitan!

Y entonces, como si hubiese invocado su presencia, escuchó el eco de la voz de Amedama Daruu en algún punto del centro del estadio:

¡¡SHINOBI DE AMEGAKURE!! ¡¡AMEKORO YUI ME HA PUESTO AL MANDO POR AHORA!! ¡Ayudaremos con las labores de rescate y de primeros auxilios, con la identificación de cadáveres y con la recogida de desperfectos! ¡Mañana, cuando podamos, nos reuniremos todos en la puerta principal y volveremos a casa! ¡Hasta entonces, YA SABÉIS!

Poco le había faltado a Aotsuki Zetsuo para que se le cayera la mandíbula al suelo al ver al mocoso de Kiroe vistiendo el sombrero de Kage. Enseguida sacudió la cabeza y rio entre dientes.

¿"Ya sabéis"? Joder, Daruu... —repitió, con un hilo de voz—. ¿Lo has oído, Kiroe? Tu hijo nos está dando órdenes, con el sombrero de Yui-sama sobre la cabeza. Vas a tener que despertar si no quieres que se enfade con nosotros...

Zetsuo tragó saliva y alzó la cabeza momentáneamente. Miró a Kōri:

Por favor, Kōri.

Él asintió en silencio, y desapareció con una última brisa gélida que les sacudió.

«Más te vale que estés bien... Ayame.»



. . .


Una nueva sombra, blanca como la nieve, apareció de repente en el estadio. Aotsuki Kōri, con sus impolutas ropas desgarradas y llenas de polvo, inclinó el cuerpo frente a los dos Kage sujetándose un brazo sangrante que yacía inerte junto a su costado, y después se dirigió a toda prisa hacia el joven sustituto de la Arashikage:

Daruu. Ayame, ¿dónde está? —apremió, y el shinobi de Amegakure podría detectar el atisbo de gravedad en su voz aparentemente neutral.
[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
Responder


Mensajes en este tema
RE: [Dojos 220, 1º div, Final] Daruu vs Datsue - por Aotsuki Ayame - 25/07/2020, 14:07


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.