28/07/2020, 18:21
(Última modificación: 28/07/2020, 18:23 por Amedama Daruu. Editado 1 vez en total.)
Hanabi asintió, y con un movimiento de la barbilla despachó a los jōnin de Amegakure y de Uzushiogakure.
—Mucha suerte, chicos —dijo.
En ese momento, Reiji volvía corriendo al lado de otro shinobi.
—¡Hanabi-sama! Encontré un médico —dijo el herrero—. Si puedo ayudarle de alguna forma, dígalo.
—Ya me has ayudado, Reiji. Sigue siendo mi Escudo, amigo mío. —Sonrió. «Me gustaría decirle que no abra más la boca delante de Kintsugi, pero es que está ella delante.»
—Mucha suerte, chicos —dijo.
En ese momento, Reiji volvía corriendo al lado de otro shinobi.
—¡Hanabi-sama! Encontré un médico —dijo el herrero—. Si puedo ayudarle de alguna forma, dígalo.
—Ya me has ayudado, Reiji. Sigue siendo mi Escudo, amigo mío. —Sonrió. «Me gustaría decirle que no abra más la boca delante de Kintsugi, pero es que está ella delante.»