2/07/2020, 17:12
(Última modificación: 5/07/2020, 00:33 por Himura Hana. Editado 4 veces en total.
Razón: Uzukage
)
Ni siquiera le habían dejado acabar y ya habían sacado sus mejores armas al escenario. Kaido apuntó y disparó, de la forma más maleducada posible. Primero a Hanabi, que todo lo que pudo hacer es moverse a un lado para intentar que no le atravesase el corazón, impactandole en todo el hombro. Después apuntó a Daruu, pero éste no pudo problema en esquivarlo y pirarse como si fuese lo más normal del mundo. Sin duda, parecía más que acostumbrado a que le disparasen agua, por lo menos más que Hanabi. Con una silenciosa nube de humo el clon del Uzukage se deshizo.
—Hanabi, cúbrame. Tengo algo importante que hacer
Desde luego, la juventud se coge las confianzas a la primera de cambio. Hanabi, así a palo seco. Ni Uzukage ni -sama. Toda respuesta que recibió Daruu fue un movimiento de cabeza del rubio que le indicaba que le había oído. Hizo de nuevo el sello de clonación para que apareciese otro clon para sustituir al desaparecido, después se llevó la mano a la herida.
— ¡Joder, hay que ser maleducado! ¿Quieres jugar a las pistolitas, amejin? ¡Juguemos!
Alzó el brazo derecho y apuntó de la misma forma que Kaido había hecho con él, le miró fijamente mientras levantaba la mano en señal de que disparaba. Pum, pum y pum. Lo hizo un total de tres veces y obviamente, no salió nada de sus manos.
Hanabi se percató que tras su segundo disparo ficticio, unos demonios alados habían soltado una especie de polen en la cara de Akame y Kaido, sin duda, obra de Kintsugi.
Mientras el original hablaba, el clon se había ido moviendo lentamente para alejarse más de Hanabi mientras hacía una rápida sucesión de sellos. Ahora, de su boca nacía un enorme dragon de fuego que iba directo a su azulado amigo. ¿Uno? No, eran dos. Pero cuando salió el segundo, otro nació tras él y otro tras éste.
Un total de cuatro dragones salieron de la boca del clon de Hanabi, tres de ellos describían una preciosa recta hacia Kaido, abriendo sus fauces con ganas de un buen plato de sushi, sin embargo, el cuarto no iba recto. ¿Se habría cansado y le habría salido mal el jutsu? No, el cuarto describió una hermosa parabola y se dirigió derecho a Akame.
Sin embargo, no iba a dejar al poderoso Akame solo con una lagartijilla de fuego. Tras su último gesto, el Hanabi original realizó su propia secuencia de sellos, si a dos sellos se le puede llamar secuencia. De su boca nació una bola de aire comprimido que impactaría sobre el dragon justo enfrente de Akame, sin duda, un golpe digno de matar a la mayoria de ninjas presentes. Pero Hanabi sabía que el ex-hermano del desierto era duro de matar como una puta adicción a los tranquilizantes, esperaba dejarlo inconsciente de inmediato, antes de que tuviese oportunidad de aportar demasiado a la pelea.
Más que cansado, Hanabi se sentía refrescado al usar tanto chakra. Como un boxeador que por fin puede dar lo mejor de sí en el ring, y eso que se había contenido para no pasarse con ellos. Casi se arrepentía de no haber lanzado algún tsunami de fuego. Dedicó un breve instante a comprobar la situación de los alrededores, no por voluntad propia, sino por el ya familiar silbido de una bijuudama reventando algo justo por encima de sus cabezas. ¿Ayame? ¿Datsue? Por dios que no sea Datsue. Por suerte, no, solo era Reiji. Perfecto, sencillamente, perfecto.
Iba a volver su mirada a lo que le ocupaba cuando...
—¡¿Qué significa esto?! ¡¿Otro jinchūriki en Uzushiogakure?! Tú y yo tenemos una conversación pendiente, Uzukage.
Volvió a presionarse la herida del hombro mientras le dedicaba una mirada de incredulidad a Kintsugi.
— ¿¡Me das un minuto!? ¡Estoy algo ocupado ahora mismo, Morikage-sama! — le contestó a grito pelado.
Dicho eso volvió a lo que le concernía ahora mismo, Kaido, Akame y Yui. Yui parecía estar... ¿bien? Era dificil interpretar una pelea de locos suicidas. En cualquier caso, mantendría las distancias de todo por el momento y si tenía que intervenir... mejor el clon. No estaba del todo seguro que la Arashikage fuese a tomarse a bien que la ayudasen en una pelea.
—Hanabi, cúbrame. Tengo algo importante que hacer
Desde luego, la juventud se coge las confianzas a la primera de cambio. Hanabi, así a palo seco. Ni Uzukage ni -sama. Toda respuesta que recibió Daruu fue un movimiento de cabeza del rubio que le indicaba que le había oído. Hizo de nuevo el sello de clonación para que apareciese otro clon para sustituir al desaparecido, después se llevó la mano a la herida.
— ¡Joder, hay que ser maleducado! ¿Quieres jugar a las pistolitas, amejin? ¡Juguemos!
Alzó el brazo derecho y apuntó de la misma forma que Kaido había hecho con él, le miró fijamente mientras levantaba la mano en señal de que disparaba. Pum, pum y pum. Lo hizo un total de tres veces y obviamente, no salió nada de sus manos.
Carisma 60 + 20 (Poder) de Hanabi vs Voluntad 60 de Kaido y Akame
Al ser una diferencia de 20 puntos, ambos centran su atención en Hanabi mientras habla, aunque sea momentáneamente.
Al ser una diferencia de 20 puntos, ambos centran su atención en Hanabi mientras habla, aunque sea momentáneamente.
Hanabi se percató que tras su segundo disparo ficticio, unos demonios alados habían soltado una especie de polen en la cara de Akame y Kaido, sin duda, obra de Kintsugi.
Mientras el original hablaba, el clon se había ido moviendo lentamente para alejarse más de Hanabi mientras hacía una rápida sucesión de sellos. Ahora, de su boca nacía un enorme dragon de fuego que iba directo a su azulado amigo. ¿Uno? No, eran dos. Pero cuando salió el segundo, otro nació tras él y otro tras éste.
Un total de cuatro dragones salieron de la boca del clon de Hanabi, tres de ellos describían una preciosa recta hacia Kaido, abriendo sus fauces con ganas de un buen plato de sushi, sin embargo, el cuarto no iba recto. ¿Se habría cansado y le habría salido mal el jutsu? No, el cuarto describió una hermosa parabola y se dirigió derecho a Akame.
Sin embargo, no iba a dejar al poderoso Akame solo con una lagartijilla de fuego. Tras su último gesto, el Hanabi original realizó su propia secuencia de sellos, si a dos sellos se le puede llamar secuencia. De su boca nació una bola de aire comprimido que impactaría sobre el dragon justo enfrente de Akame, sin duda, un golpe digno de matar a la mayoria de ninjas presentes. Pero Hanabi sabía que el ex-hermano del desierto era duro de matar como una puta adicción a los tranquilizantes, esperaba dejarlo inconsciente de inmediato, antes de que tuviese oportunidad de aportar demasiado a la pelea.
Katon 50 PV + Futon 130 PV + 50% del Futon (65 PV) + 20% por Poder 140 = 294 PV
Dos técnicas iguales o de funcionamiento similar aliadas pueden chocar entre sí y sumar sus daños como si se tratase de una única técnica. Además, una técnica de rayo puede chocar contra una aliada de agua que viaje en la misma dirección, y sumará un 50% de su daño base adicional. Sucede lo mismo con una técnica de viento chocando contra una aliada de fuego.
Dos técnicas iguales o de funcionamiento similar aliadas pueden chocar entre sí y sumar sus daños como si se tratase de una única técnica. Además, una técnica de rayo puede chocar contra una aliada de agua que viaje en la misma dirección, y sumará un 50% de su daño base adicional. Sucede lo mismo con una técnica de viento chocando contra una aliada de fuego.
Más que cansado, Hanabi se sentía refrescado al usar tanto chakra. Como un boxeador que por fin puede dar lo mejor de sí en el ring, y eso que se había contenido para no pasarse con ellos. Casi se arrepentía de no haber lanzado algún tsunami de fuego. Dedicó un breve instante a comprobar la situación de los alrededores, no por voluntad propia, sino por el ya familiar silbido de una bijuudama reventando algo justo por encima de sus cabezas. ¿Ayame? ¿Datsue? Por dios que no sea Datsue. Por suerte, no, solo era Reiji. Perfecto, sencillamente, perfecto.
Iba a volver su mirada a lo que le ocupaba cuando...
—¡¿Qué significa esto?! ¡¿Otro jinchūriki en Uzushiogakure?! Tú y yo tenemos una conversación pendiente, Uzukage.
Volvió a presionarse la herida del hombro mientras le dedicaba una mirada de incredulidad a Kintsugi.
— ¿¡Me das un minuto!? ¡Estoy algo ocupado ahora mismo, Morikage-sama! — le contestó a grito pelado.
Dicho eso volvió a lo que le concernía ahora mismo, Kaido, Akame y Yui. Yui parecía estar... ¿bien? Era dificil interpretar una pelea de locos suicidas. En cualquier caso, mantendría las distancias de todo por el momento y si tenía que intervenir... mejor el clon. No estaba del todo seguro que la Arashikage fuese a tomarse a bien que la ayudasen en una pelea.