4/09/2018, 00:30
Los pies de Daruu se movieron solos.
Llevaba un tiempo sujetando a sus impulsos con férreas cadenas de acero, pero aquello fue el fin. Primero, aquél demonio gigantesco de color turquesa. El injusto castigo al que sometía el Uchiha a su pareja. Las señales de advertencia. Y ahora aquella figura demoníaca.
Ya había visto a Ayame ceder ante el bijuu mucho tiempo atrás, pero aquello era algo que no se le parecía en nada. Era chakra puro. Extrañamente, cuando otrora se había sentido paralizado por el terror, ahora su cuerpo se movía solo.
Tenía que evitar que Ayame causara una catátrofe.
Estaba ya en la arena cuando el Gobi disparó aquél haz de energía. Daruu no se detuvo a comprobar si había impactado en Datsue. Si había causado más daños. Si había muerto gente.
Daruu sólo formulaba una secuencia de sellos. Una palmada. Se abalanzó sobre el cuerpo de la Bestia y la placó.
Entonces, desaparecieron.
Deberían haber desaparecido. Ambos emitieron un breve destello rojizo y se quedaron en el sitio.
«No, no, no... ¡No, por qué! ¡Dejé la marca en la estatua! ¡MIERDA, JODER, NO!»
Entonces levantó el rostro y la vio. Su boca dentada emitía vapor, como si ardiera con la fuerza de cien incendios.
Tragó saliva y cerró los ojos.
Llevaba un tiempo sujetando a sus impulsos con férreas cadenas de acero, pero aquello fue el fin. Primero, aquél demonio gigantesco de color turquesa. El injusto castigo al que sometía el Uchiha a su pareja. Las señales de advertencia. Y ahora aquella figura demoníaca.
Ya había visto a Ayame ceder ante el bijuu mucho tiempo atrás, pero aquello era algo que no se le parecía en nada. Era chakra puro. Extrañamente, cuando otrora se había sentido paralizado por el terror, ahora su cuerpo se movía solo.
Tenía que evitar que Ayame causara una catátrofe.
Estaba ya en la arena cuando el Gobi disparó aquél haz de energía. Daruu no se detuvo a comprobar si había impactado en Datsue. Si había causado más daños. Si había muerto gente.
Daruu sólo formulaba una secuencia de sellos. Una palmada. Se abalanzó sobre el cuerpo de la Bestia y la placó.
Entonces, desaparecieron.
Deberían haber desaparecido. Ambos emitieron un breve destello rojizo y se quedaron en el sitio.
«No, no, no... ¡No, por qué! ¡Dejé la marca en la estatua! ¡MIERDA, JODER, NO!»
Entonces levantó el rostro y la vio. Su boca dentada emitía vapor, como si ardiera con la fuerza de cien incendios.
Tragó saliva y cerró los ojos.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)