4/09/2018, 14:29
(Última modificación: 4/09/2018, 14:37 por Tsukiyama Daigo. Editado 1 vez en total.)
—¡Yota! —exclamó Daigo, alegre al ver que Yota se encontraba daño y salvo.
Pero ese segundo de alivio y alegría había durado más bien poco, pues en seguida una kunoichi de Amegakure hizo acto de presencia, amenazando a Datsue para que le revele la posición de Ayame.
«Oh, no, esto es malo...»
La tensión que casi podía percibirse físicamente en el aire se trasladó a los músculos del peliverde, que se tensaban y se destensaban mientras apretaba.
Quería que hacer algo, debía hacer algo, pero no podía. En verdad, no debía.
¿Pero qué pasaría si no reaccionaba? Uchiha Datsue podía morir a manos de aquella amejin en el sitio, sin más.
¿Pero acaso tenía Daigo el poder de marcar una diferencia en esa situación? ¿Tenía la capacidad de ayudar?
La respuesta estaba más que clara al peliverde
Finalmente, el filo de la amejin se abalanzó sobre Uchiha Datsue.
Daigo formuló un sello y dio un paso al frente. Debía hacer algo. Debía hacer algo.
No le quedaban energías. No era lo suficientemente rápido.
Pero Hanabi, el actual Uzukage, si lo era.
En un parpadeo detuvo el arma de la amejin y le ordenó a Datsue que se marchara. El Uchiha obedeció y se dirigió a las gradas.
—¡NO! Espera, Uchiha Datsue
—¿¡YOTA!?
Yota empezó a correr tras Datsue, seguido por Daigo, pero esta vez los pies del peliverde no sé movían por sí solos, No, está vez quería hacerlo.
Yota se había metido en un buen lío, los había metido en un buen lío y ahora tenían que arreglárselas para salir bien parados.
Todavía en carrera el Sasagani lanzó una masa dorada y pegajosa hacia el Uchiha que fue interceptada por un...
«¿Un perro?»
Tras él, un chico se lanzó a por Yota, pero fue interceptado por Daigo, que lo placó con el hombro para proteger a su compatriota.
—¡Perdón! —era sincero, no quería pelear ni hacerle daño a nadie... culpad a Yota.
El peliverde se encuadró en su postura de combate frente a Nabi, con ambos puños a la altura de la mandíbula y la pierna izquierda adelantada.
—¡Más te vale tener un plan, porque esto no tiene sentido!
Le dijo a su compañero sin voltear a mirarlo. Si Yota tenía un plan, debía ganarle tiempo.
Pero ese segundo de alivio y alegría había durado más bien poco, pues en seguida una kunoichi de Amegakure hizo acto de presencia, amenazando a Datsue para que le revele la posición de Ayame.
«Oh, no, esto es malo...»
La tensión que casi podía percibirse físicamente en el aire se trasladó a los músculos del peliverde, que se tensaban y se destensaban mientras apretaba.
Quería que hacer algo, debía hacer algo, pero no podía. En verdad, no debía.
¿Pero qué pasaría si no reaccionaba? Uchiha Datsue podía morir a manos de aquella amejin en el sitio, sin más.
¿Pero acaso tenía Daigo el poder de marcar una diferencia en esa situación? ¿Tenía la capacidad de ayudar?
La respuesta estaba más que clara al peliverde
Finalmente, el filo de la amejin se abalanzó sobre Uchiha Datsue.
Daigo formuló un sello y dio un paso al frente. Debía hacer algo. Debía hacer algo.
No le quedaban energías. No era lo suficientemente rápido.
Pero Hanabi, el actual Uzukage, si lo era.
En un parpadeo detuvo el arma de la amejin y le ordenó a Datsue que se marchara. El Uchiha obedeció y se dirigió a las gradas.
—¡NO! Espera, Uchiha Datsue
—¿¡YOTA!?
Yota empezó a correr tras Datsue, seguido por Daigo, pero esta vez los pies del peliverde no sé movían por sí solos, No, está vez quería hacerlo.
Yota se había metido en un buen lío, los había metido en un buen lío y ahora tenían que arreglárselas para salir bien parados.
Todavía en carrera el Sasagani lanzó una masa dorada y pegajosa hacia el Uchiha que fue interceptada por un...
«¿Un perro?»
Tras él, un chico se lanzó a por Yota, pero fue interceptado por Daigo, que lo placó con el hombro para proteger a su compatriota.
—¡Perdón! —era sincero, no quería pelear ni hacerle daño a nadie... culpad a Yota.
El peliverde se encuadró en su postura de combate frente a Nabi, con ambos puños a la altura de la mandíbula y la pierna izquierda adelantada.
—¡Más te vale tener un plan, porque esto no tiene sentido!
Le dijo a su compañero sin voltear a mirarlo. Si Yota tenía un plan, debía ganarle tiempo.
![[Imagen: IMG-20210515-202948-586.png]](https://i.ibb.co/fqtcMG8/IMG-20210515-202948-586.png)
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.