9/09/2018, 02:31
—¿Y que mi recuerdo se pierda con el tiempo? —dijo Keisuke—. ¿cómo el de Aiko?. Nadie parece recordarla, ni pensar porqué ya no está por las calles. No dejaré que mi último recuerdo sea como el ninja que se rindió y aceptó su destino sin siquiera oponerse.
Kaido observó, atónito, el cómo sus manos brillaban en un color intenso mientras se paseaban por sobre la herida, mientras los últimos retazos de su voluntad se expedían en palabras sordas que acabarían en los oídos necios del gyojin.
Él alzó su brazo izquierdo y apuntó al moribundo Keisuke con el dedo índice, hacia su infalible epicentro. Al todo y a la nada a la vez.
—No es mi momento para descansar.
—Esa decisión la tomo yo.
Keisuke no llegó a incorporarse. Porque una bala mortífera le perforaría el pecho y seguiría su camino, una vez hubiera abandonado su interior, con pequeños granitos de sangre.
Kaido observó, atónito, el cómo sus manos brillaban en un color intenso mientras se paseaban por sobre la herida, mientras los últimos retazos de su voluntad se expedían en palabras sordas que acabarían en los oídos necios del gyojin.
Él alzó su brazo izquierdo y apuntó al moribundo Keisuke con el dedo índice, hacia su infalible epicentro. Al todo y a la nada a la vez.
—No es mi momento para descansar.
—Esa decisión la tomo yo.
¡Siup!
Keisuke no llegó a incorporarse. Porque una bala mortífera le perforaría el pecho y seguiría su camino, una vez hubiera abandonado su interior, con pequeños granitos de sangre.