7/06/2016, 13:46
BOOM.
¡¡GRROOOOOOAAAAARR!!
Yota y Nabi estaban sentados relativamente cerca cuando sucedió. Un trozo de estadio pasó justo entre los dos, aplastó a los ocupantes de asientos que estaban a su lado y los envió a ellos en dirección contraria, chocando contra otras personas más. Pronto, la grada se había vuelto un caos, y todo el mundo corría de un lado para otro.
A Kazuma y a Juro los estaba aplastando la muchedumbre. A uno le empujaban por un lado, y a otro por el otro. Casi parecía que se les cortaba la respiración, y cada dos por tres la cabeza del uno chocaba contra la del otro.
A Mitsuki le había caído un cascote prácticamente delante, y se había visto propulsada hacia arriba. Con suerte, había conseguido agarrarse al filo del muro del estadio. Desde allí, a su izquierda, podía ver claramente la figura del monstruo que había provocado el caos: una especie de tanuki marrón con manchas azules, grotesco, gigante y con una cola aún más gigante.
Riko estaba en un pasillo oscuro. Todo temblaba a su alrededor. Si echaba la vista arriba, estaba claro que su entorno se había desmoronado y estaba en las tripas del estadio. Pero sería peor si decidía dirigir su mirada hacia su alrededor. Los trozos de roca y madera: clavados en los cuerpos de las primeras víctimas de la masacre.
Daruu había pasado justo al lado de Mitsuki. Se había aferrado a su pierna en un último intento instintivo de frenar la caída, pero no había tenido suerte, y se le había resbalado la mano. Había caído aturdido en la hierba. De no ser por la vegetación, probablemente habría muerto. Pero tampoco había caído muy en gracia: le dolía horrores la pierna derecha, y no parecía que el asunto fuera a resolverse sin atención médica.
Karamaru estaba sentado justo detrás de Kaido cuando al tiburón le golpeó de lleno un trozo de pilar. El pedazo era lo suficientemente plano para que sólo le provocase una contusión de mediana gravedad: nada de lo que preocuparse porque su musculatura le permitió aguantar el golpe mejor que lo habría hecho cualquier humano. Sin embargo, al salir despedido hacia atrás, se llevó al calvo de camino y terminaron arrastrándose hasta una apertura que había abierto otro peñasco. Era una grieta en la pared del estadio. Si se asomaban por ella podrían ver a un herido Daruu sujetándose la pierna.
Mogura y Katomi estaban sentados en una zona que les permitió ser testigo directo del monstruo que acababa de entrar sin invitación al torneo. Justo en otra parte de la grada, además, donde no había mucho público, y la mayoría ya había salido corriendo.
Noemi y Ritsuko se encontraban en una trifulca con un acomodador porque se habían tenido que sentar en las escaleras, ya que la organización había contado mal el número de espectadores. Cuando la bestia entró en escena, la Arashikage apartó al acomodador de un puñetazo en la cara y les instó a que le ayudaran a evacuar al público.
Anzu no había podido resistir la urgencia de la naturaleza y se encontraba en el baño haciendo pis cuando el tanuki entró al estadio. Sintió un estruendo tremendo, y pareciera que el techo fuera a desprenderse en cualquier momento.
A dos metros por delante de ella el techo se desprendió y la puerta de los baños se tumbó para revelar a Tatsuya, que acababa de caer de su asiento enfrente de ella.
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es