28/06/2016, 15:07
Como caídos del cielo, dos compatriotas de su aldea bajaron en su búsqueda. A uno de ellos lo conocía de sobra: el mordaz Kaido, que había gritado ya desde las alturas. Poco le faltó para contestarle un "hijo de puta, no me puedo mover". El otro era... era...
Era calvo. Los destellos de la luz del Sol brillaban sobre su cuerpo cabelludo como briznas de esperanza. Era como una manifestación divina...
¿Había muerto? ¿Era eso?
Daruu, que estaba delirando por la locura de la situación y el dolor infernal que sentía en su pierna, abrió los ojos entre sollozos, y dijo:
—¿Eres un buda? ¿Estoy muerto?
Era calvo. Los destellos de la luz del Sol brillaban sobre su cuerpo cabelludo como briznas de esperanza. Era como una manifestación divina...
¿Había muerto? ¿Era eso?
Daruu, que estaba delirando por la locura de la situación y el dolor infernal que sentía en su pierna, abrió los ojos entre sollozos, y dijo:
—¿Eres un buda? ¿Estoy muerto?
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)