28/06/2016, 16:54
Juro pudo respirar en cuanto se liberó del peso. Respiró profundamente y rellenó sus pulmones de aire, como si no lo hubiese podido hacer desde hace años. De ahora en adelante iba a apreciar mucho el respirar...
"Ya esta, ya esta. No te pares"
Se levantó, pesadamente. Sus piernas poco a poco volvían a responderle. El corazón aun le latía fuertemente contra el pecho. Entonces se dio cuenta de que no había sido el primer piso en aquella torre humana. Había alguién que había estado debajo de él todo el tiempo.
Kazuma.
Pudo reconocerlo, aun no estaba ciego. De su nariz manaba sangre, y estaba inconsciente. Juro se asustó mucho al verle en ese estado. Si él había estado a punto de palmarla...
Aprovechando que no parecía haber riesgo de otro atasco, trató de levantar a Kazuma. Suspiró aliviado, cuando comprobó que ciertamente, estaba solo inconsciente.
—Eres mucho más resistente que yo, no debería preocuparme — murmuró, aunque sabía que no habría respuesta.
Aunque carecía de la fuerza para levantarle, pasó su brazo por su hombro y trató de que apoyase su peso en él. No era muy efectivo, pero era la única forma.
Aunque no podía ver mucho por la situación, pudo escuchar sonidos. El lamento de la gente, los gritos, los llantos... y algo más extraño, que no supo identificar. Todo el conjunto le puso los pelos de punta. Miró a los lados, pero no reconoció a nadie.
— Katsue, Nabi, Eri... espero que esteis todos bien — murmuró, lanzando una pequeña plegaria al aire.
Pensó en sus compañeros de villa. En su hermana. Pensó incluso en la gente que conocía de lejos. Aquella chica pelirroja que conoció en Taki, que llevaba una mascara de calavera. Ayame, su rival en el torneo. Esperó de corazón que estuviesen a salvo, lejos de esta situación horrible.
No perdió el tiempo. Arrastró a Kazuma y comenzó a caminar hacia una zona segura. No iba a meterse en mitad de otra estampida. Solo buscó con la mirada una zona de evacuación. No podía hacer mucho en esta situación. La prioridad era poner a Kazuma a salvo. Ya habría tiempo de buscar a los demás.
"Ya esta, ya esta. No te pares"
Se levantó, pesadamente. Sus piernas poco a poco volvían a responderle. El corazón aun le latía fuertemente contra el pecho. Entonces se dio cuenta de que no había sido el primer piso en aquella torre humana. Había alguién que había estado debajo de él todo el tiempo.
Kazuma.
Pudo reconocerlo, aun no estaba ciego. De su nariz manaba sangre, y estaba inconsciente. Juro se asustó mucho al verle en ese estado. Si él había estado a punto de palmarla...
Aprovechando que no parecía haber riesgo de otro atasco, trató de levantar a Kazuma. Suspiró aliviado, cuando comprobó que ciertamente, estaba solo inconsciente.
—Eres mucho más resistente que yo, no debería preocuparme — murmuró, aunque sabía que no habría respuesta.
Aunque carecía de la fuerza para levantarle, pasó su brazo por su hombro y trató de que apoyase su peso en él. No era muy efectivo, pero era la única forma.
Aunque no podía ver mucho por la situación, pudo escuchar sonidos. El lamento de la gente, los gritos, los llantos... y algo más extraño, que no supo identificar. Todo el conjunto le puso los pelos de punta. Miró a los lados, pero no reconoció a nadie.
— Katsue, Nabi, Eri... espero que esteis todos bien — murmuró, lanzando una pequeña plegaria al aire.
Pensó en sus compañeros de villa. En su hermana. Pensó incluso en la gente que conocía de lejos. Aquella chica pelirroja que conoció en Taki, que llevaba una mascara de calavera. Ayame, su rival en el torneo. Esperó de corazón que estuviesen a salvo, lejos de esta situación horrible.
No perdió el tiempo. Arrastró a Kazuma y comenzó a caminar hacia una zona segura. No iba a meterse en mitad de otra estampida. Solo buscó con la mirada una zona de evacuación. No podía hacer mucho en esta situación. La prioridad era poner a Kazuma a salvo. Ya habría tiempo de buscar a los demás.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60