28/06/2016, 23:32
Kaido oyó las palabras de daruu y frunció el ceño. Se cabreo, porque pensó que el hijo de puta les estaba tomando el pelo. No obstante y a pesar de ello, el pelado tuvo la certeza de responderle lo obvio: que estaba vivo y coleando.
El escualo no medió palabra y le tomo por el brazo derecho. Lo instó a que se sostuviera sobre su hombro, y que así karamaru hiciera lo propio con su izquierda.
—Llores o patalees, sólo agárrate duro pequeño marica. Tenemos que salir de este hervidero de tripas.
El escualo no medió palabra y le tomo por el brazo derecho. Lo instó a que se sostuviera sobre su hombro, y que así karamaru hiciera lo propio con su izquierda.
—Llores o patalees, sólo agárrate duro pequeño marica. Tenemos que salir de este hervidero de tripas.